Capítulo 1

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Mañana otro día normal, como de costumbre.
Instituto otra vez, la misma rutina de siempre.
Me dispongo a evadirme en mis pensamientos negativos, hasta que caigo rendida.
Empieza el día.
Suena mi alarma del móvil y con un poco de suerte consigo posponerla ocho minutos, pero para mi desgracia esos ocho minutos de gloria pasan demasiado rápido.
Me desperezo y me voy a mi armario, cojo una camiseta suelta y unos pantalones de gimnasia negros. Me pongo mis adidas super star, desayuno y empieza la rutina.

El día transcurre normal, como siempre. Mi motivación de hoy es que es jueves y con un poco de suerte si mis queridos profesores me lo permiten y no me ponen mucho trabajo puedo permitirme irme de 17:00 a 19:30 a mi sitio especial a leer mi libro favorito, como todos los días de la semana.
Terminan las clases y yo me voy a casa, de normal me voy a casa con mi supuesta mejor amiga, Nataly, pero últimamente está llendo con gente que no me gusta, que no es de mi estilo.

Toco al telefonillo y me abren, subo y abro la puerta.

—¡Ya estoy en casa!-Chillo y mis alegrías Chloe y Channel vienen a recibirme en compañía de mi gata Lana.
—Samantha, tienes la comida hecha, yo me tengo que ir a dar clase nada más ducharme.-Se dispone a decirme mi querida abuela. No vivo con mis padres, a mi padre lo odio por lo que le hizo a mi madre y a mi madre... A mi madre simplemente no la soporto por el hecho de que esté con mi padrastro.

—Vale yaya, voy a comer y luego más tarde saldré a leer. Aquí no me gusta el ambiente.
Y es cierto, el ambiente que hay en mi propia casa, entre mis mascotas a las cuales adoro y mi hermana Rachel, no soporto la idea de quedarme leyendo en una jaula, a parte que me estreso.

Caliento la pasta que me ha hecho con tanto cariño mi abuela, como y me relajo escuchando música en mi cuarto hasta que se hace la hora de irme.
Me arreglo, sí para salir a la calle incluso para leer me arreglo.
Me pongo el eyeliner azul en los ojos, para hacerlos un poco más pequeños, ya que los tengo verdes azulados y grandes. No me hace falta rímel porque tengo las pestañas lo suficientemente largas.

Cojo mi mochila y mi libro favorito, after. Anna tod siempre sabe como seguir una buena historia y lo que nos gusta a las adolescentes de hoy en día.

En el camino me pongo los auriculares y me pongo la canción de "Ser feliz es gratis". Es un título bastante raro pero, al fin y al cabo mi vida es bastante dinámica y compleja.
Una vez llegada a mi sitio especial me siento donde siempre, debajo de una palmera.

Me pongo a leer, disfruto de los versos y relatos de como Tessa Young se enamora de un macarra como Hardin Scott. Siempre he querido a un Hardin en mi vida, un malote al que no le importe una mierda nadie y que yo rompa todos sus esquemas y se enamore de mí.
*Brr, brr*
Noto la vibración de mi móvil y me saca de mis fantasias en las que me enamoro de un Hardin.

Un número que no sé quién es me llama. Como no sé quién es, ni tengo tiempo ni saldo para llamar, lo agrego como "número desconocido" y le envío un mensaje.

Hola, no sé quién eres ni para qué me has llamado, pero tengo una perdida tuya y me gustaría saber para que llamaste. Gracias.

A los pocos minutos recibo otro mensaje, como no de este número.

No sé quién eres, no te he llamado.

¿En serio? Tengo la perdida, voy a salir ganando yo. Le hago screenshot a la pantalla y le envío la perdida.

Ah pues no sé, habrá sido sin querer. Lo siento. Pero... ¿Quién eres?

Vale, en este momento en el que me agrega ya sé quién es.
Es Nathan, Nathan Brooks.
Es el ex de una amiga mía y el hermano de una chica que conocí hace 2 años que se llamba Sara.

¿Nathan? ¿Nathan Brooks? Soy Samantha, me llamo @imSammy en instagram. Soy la amiga de tu ex, Estella.

Vuelve a vibrar el móvil.

Ah okey,  ya sé quién eres. Bueno, adiós.

Este chico es súper borde.
Me dispongo a seguir leyendo y luego miro la hora. Son las 18:57 de la tarde y como no tengo nada mejor que hacer llamo a mi mejor amiga y en un abrir y cerrar de ojos ya estoy con ella, hablando de la vida y comprando comida en un supermercado que está al lado de la placeta dónde solemos quedar todos.

Y le veo, veo a Nathan Brooks sentado en un banco.

—¡Tú!-Exclamo.
—¡Yo!-Responde, se gira y me mira.
—Tú eres el que me ha llamado por equivocación hoy.-Le digo.
—Ya lo sé.-Se limita a decir y sigue con su móvil.

Luego me giro y me encuentro a su hermana en compañía de una chica que no me cae nada bien, Steisy.
—Hola Sammy.-Me sonríe y me abraza Sara.
—Hola.-Repongo y sonrío.
—¡Ala¡ que guapo, ¿me lo dibujas?-Señala mi muslo derecho, en efecto tengo un dibujo mío, la mano de fatima. Asiento y saco boli, nos sentamos en un banco y se lo dibujo.

—Tía dibujas muy bien. ¿De mayor quieres ser tatuadora o algo?-Me pregunta curiosa. Y me sale la risa tonta.
—Sí bueno, quiero ser psicóloga pero me quiero sacar un módulo de tatuadora.
—Me vas a dibujar algo a mí también.- Oigo una voz masculina, me giro y veo que es Nathan.
—¿Dónde quieres que te lo dibuje?-pregunto.

—Aquí y aquí.-Se señala el pectoral y el pene.
Me pongo colorada.
—No te voy a dibujar nada en tu pene.
—¿Por qué? Si tienes cara de chuparla.-Contesta.
—¿Perdona?-repongo.
—Perdonada.-responde.
Este chico es de lo que no hay. Me llama por equivocación y me priva de leer mi libro favorito, es grosero conmigo y borde y ahora en cima me
Insulta. Bien, vamos bien.

—¿Me vas a dibujar un brazalete en la polla o no?-Me espeta.
—Te puedo dibujar lo que quieras, en cualquier sitio menos en tus partes.
—Pues un brazalete en... Bueno no, mañana iré al insti así que búscame en el patio y te digo lo que quiero que me dibujes. -Me dice y se va a dentro de la plaza.

Mis pensamientos no parar de fluir.
Nathan Brooks pidiendome que le dibuje algo. Sabía de él por su hermana, que era mi amiga pero nunca imaginé que iba a tener contacto de ningún tipo con él. No me lo imaginaba y sigo sin pensarlo.
Lo veo muy diferente a mí, lleva o parece llevar otro rollo al mío.
Justamente pasan por mi lado Jason, Jack y Dylan. Me levanto y los saludo y como no, no pueden evitar el marearme...

—¿Qué pasa Carol?-Me dice Jason.
—¿Qué tal tú con Mery?-Le suelto. Mery es su ex y una de mis buenas amigas. Me cae super bien y este chico se las ha hecho pasar putas aunque el chaval es muy simpático.

—Me la voy a follar.- me espeta y le pego un empujón. Me giro y me suelta.
—Vaya Sammy, que culito que tienes, ¿puedo tocarlo?-Me entra la risa tonta, me tapo el culo con las manos y con la derecha le doy un guantazo. Y noto como mis mejillas se sonrrojan.

—¡Cállate!
—¿Eh qué pasa?- lo que me faltaba.
Ahora llega Nathan, el borde grosero.

Rare FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora