Hyung, hay mostros bajo mi cama ➳JiSeokChan

Hyung, hay mostros bajo mi cama

La casa de su abuela es enorme, gigantesca, casi del tamaño de una montaña, es lo que piensa Chan cuando la tiene frente a él, es la primera vez que está ahí. SeokMin Hyung le dijo que él había estado ahí antes pero que era aún un bebé así que no podía recordarlo. Hay muchos árboles alrededor así que casi parece que la casa está en medio de un bosque pero, a menos de cinco metros en los laterales hay otras casas por lo que no, no están en un bosque.

Están en Busán.

Para alguien quien sólo ha vivido en una villa en la gran ciudad mudarse a los suburbios es algo impresionante, sobre todo si se es un niño como Chan. Él tiene apenas cuatro años y medio y una imaginación demasiado exorbitante, típica de un niño de su edad. La casa de su abuela se presenta ante sus ojos como un nuevo universo, con olor a madera de pino, canela e incienso y él está muy determinado a explorarlo, descubrir cada rincón, husmear por cada una de las rendijas y aprenderse de memoria cada sonido que la vivienda pueda ofrecerle. Sus hermanos mayores, Jihoon y SeokMin, están a ambos lados de su cuerpo mirando junto con él a su nuevo hogar, todas sus pertenencias regadas en el jardín delantero. Jihoon hyung se muestra impasible como siempre, con el rostro sin expresión mientras que SeokMin hyung sonríe alegremente mientras palmea su hombro, aunque Chan está convencido de que su hyung favorito no está del todo feliz pues esa sonrisa no es tan grande y sus ojos no se hacen chiquititos como siempre.

Su abuela aparece en el marco de la puerta, apoyándose en un bastón y mirándolos con los ojos entrecerrados, detrás de ella aparecen dos perros puddles muy obesos que a duras penas le dedican una mirada a los recién llegados antes de volver sus pasos dentro de la residencia. La anciana se acerca a paso lento y a Chan le recuerda a la tortuga Bokku de su amigo JinSeok. No obstante Bokku se mueve más rápido que su abuela.

—¿Quiénes son? —pregunta ella, ajustando su gafas sobre el puente de su nariz.

—¡Hola abuela! —Saluda SeokMin efusivamente—, somos tus nietos, los hijos de JungAh.

—Ah, HyunJo, MinJun y Jimin ¿verdad?

—No, esos son nuestros primos, hijos de la tía JinAh... —corrige Jihoon sutilmente después de un suspiro, Chan se aferra a la mano del mayor de sus hermanos pues conoce esa expresión y teme que si Hoonie hyung se enoja su abuela decida no recibirlos, Jihoon le da un apretón a su manito y le sonríe con calma antes de volverse a la anciana—, nosotros somos Jihoon, SeokMin y Chan.

—Como sea, es un poco tarde ya... deberían meter su cosas antes de que anochezca —la anciana ondea una mano restándole importancia y vuelve a caminar hacia la casa—, cuando terminen búsquenme, estaré en la cocina HyunJo-ah.

SeokMin y Jihoon empiezan a recoger sus maletas apenas la mujer está fuera de su vista y Chan es capaz de escuchar claramente a su hermano decir: "No quiero estar aquí" sólo para recibir un: "¿Tenemos otra opción?". Él quiere que sus hermanos sean felices y hará lo que pueda para que su estancia en casa de la abuela sea agradable. Él tampoco quería estar ahí en realidad, no entendía por qué habían tenido que dejar su casa en Seúl a pesar de que SeokMin se lo hubiera explicado ya un par de veces. Su abuela era la única responsable de ellos, y a diferencia de otros niños de su anterior clase, Chan no tenía un papá, o tal vez tenía uno pero no lo conocía, HyeYeon una de sus amigas de la ciudad le había contado que los hijos venían de cuando el papá y la mamá se querían mucho y eso lo hacía preguntarse, si él no tenía un papá ¿Cómo había conseguido su mamá tenerlo? ¿Acaso él estaba hecho sólo del amor de su mamá? y si era así ¿Por qué ella los había dejado? a palabras de sus hermanos, su madre ahora era un ángel y estaba en el cielo pero, Chan no se lo creía del todo porque si estuviera en el cielo de verdad ¿Por qué habían puesto su cuerpo durmiente en una cajita de madera en un agujero en el suelo? No tenía sentido.