Introducción: Herederos de Pura Basura

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Si tu te tragaste esa historia de que la cigüeña te trajo, te envidio. Pues a mi nadie me dijo que me trajo un ave, en realidad, desde pequeña supe muy bien quién era mi padre: nada más y nada menos que "El Gran y Poderoso Zeus" ―como el mismo se autonombro―, esa personita especial nunca se tomó la molestia de, aunque sea, decirme cuanto me odiaba. Yo lo sabía, pues nunca me visitó ni me habló. No sé como es, pero bueno, ¿que se podía esperar de un dios?

En fin, no quiero recordar la falta de amor de mi padre hacia mi.

¡Gracias papi!

Esto es más como una historia, mi historia no, nuestra historia, pero antes de contar todo, primero hay que ir a la cumbre de este problema: El Olimpo. Majestuoso lugar lleno de los dioses ―o idiotas, como les digo― que habían sido advertidos sobre una maldición que los castigaría por sus actos, pero no escucharon las indicaciones dadas y tuvieron hijos impuros. Hijos que nunca serían aceptados como sus legítimos herederos.

Y que no te sorprenda, yo soy una de esas impuras producto de la traición: yo soy Peny, hija de Zeus. Heredera por derecho del Depósito de Basura ―ay perdón, El Olimpo― . Claro que no lo sabía al principio, pero todo tiene su inicio y este es el mío.

Olimpus High: Los Herederos del Olimpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora