✨Especial✨
— ¿Que estás haciendo? — guardé el móvil rápidamente al oír la voz de mi novio cerca.
— Na-nada — reí nerviosamente.
— ¿Por qué tan nervioso? ¿Que mirabas? — se acerco peligrosamente a mi.
— Y-ya te dije que nada — me levante de la cama dispuesto a irme a encerrar al baño, pero Pepe tomo de mi brazo jalandome hacía el.
— Vamos Min, te conozco ¿Que mirabas? ¿Porno? — reí a su comentario.
— Claro que no, yo no veo esas cosas.
— Si no me dices por las buenas, será por las malas — trague saliva.
¿Debería decirle?— Bu-bueno... yo... — miré a otro lado — E-estaba leyendo en una aplicación historias Yaoi con el concepto 'Daddy King'
Pepe soltó una carcajada.
— No querrás intentar hacer eso ¿o si?
— ¿¡Qu-que?! Y-yo no dije e-eso... — tragué saliva dirigiendo la mirada al suelo, a la vez que jugaba con mis dedos. Realmente leer sobre ese tema había despertado mi curiosidad por ello. Pero, me era demasiado vergonzoso admitir que quería intentarlo.
— Min.. ¿Acaso realmente quieres probar eso? — Pepe se acercó a mí, tomó mi rostro con sus manos y de manera sútil me obligó a verle — Si lo quieres, podemos hacerlo.
Y fué en ese momento, en el momento en que Pepe sonrió y yo asentí que perdí total cordura en mí, un amén por mi trasero.
[…]
— ¿De donde carajo sacaste todas estas cosas? — murmuré señalando las diversidades de cosas sexuales que habían sobre la cama de Pepe. Éste solo se encogió de hombros.
— Las tomé prestadas, verás, a Neo le gusta probar todo tipo dd cosas con su novia. — respondió — ¿Listo? — y sin dejarme responder, Pepe cubrió mi vista con aquel peculiar antifaz. Mi cuerpo se estremeció, tenía que admitir que el miedo comenzaba a hacerse presente ante tal escena lasciva. Yo, desnudo sobre la cama, sujetado de las manos a la cabecera estando en total control de Pepe.
— Pepe yo.. — ardor. Fué lo que sentí en mi trasero tras aquella palmada.
— ¿Quien te dió permiso de hablar? — la voz de Pepe sonaba seria, mordí mi labio inferior, ¿acaso era normal que esto comenzara a gustarme?
.
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.— Ahhh, Mmhg.. Pe.. Ahhh.. Daddy..~
— Vamos, no retengas los gemidos.
Otra palmada más sobre mis gluteos, un gemido más soltado debido a ello. No podía imaginar el color que mi trasero debe tener a este punto. Pepe no me dejaba pensar, sus movimientos en la cama solo causaban que la poca cordura que tenía se desvaneciera. Azotes, mordidas, caricias y penetraciones no solo del miembro de Pepe, me volvían loco.
Satisfecho era una palabra pequeña para describirme en este momento.— ¿Donde mierda aprendiste estas cosas? — hablé, descansando mi cuerpo sobre el torso de Pepe.
— ¿Quieres que responda a eso?
— No, no hables. — Pepe soltó una pequeña risa, infle las mejillas. — ¿Podemos repetirlo otro día?
— Por supuesto.
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Un pequeño final de despedida.
Nam~