Amores ficcticios

Amores Ficticios parte 1 - Anna Moya

-Te amo- dijo ella.
Él la miró sin expresión en su bello rostro.
-Yo sólo...
-Por favor-lo interrumpió ella, dolida- no me digas que sólo me quieres como amiga, es la peor forma de matar a alguien.
El suspiró.
-Es que, ni siquiera te considero una amiga.
Y el mundo de ella se derrumbó...
Tal vez, sólo tal vez, esa fuiste tu, pero si no lo fuiste quiero hacerte una gran confesión: yo si lo fui.
Literalmente, me derrumbe, es cierto sólo tenía 16 años pero ¿Cómo puedes vivir si un ángel cambio tu destino solo con esas palabras?.
Piensa lo que quieras de mi, juzgarme no te ayudará a ser mejor, sin embargo, te pediré que no hables.
Me encanta cuando la gente calla porque están como que ausentes y me dejan leer en paz.
Vivo entre mundos de papel y muchas veces sueño sueños de papel, en muchos de ellos estoy atrapada en medio de mi trama favorita.
Vivir sin leer es peligroso, te obliga a conformarte con la realidad.
Tal vez me estoy adelantando adelantando a describir mis gustos cuando nisiquiera sabes mi nombre, pero si eres observador, desde el primer momento en el que leíste el primer párrafo de esta historia, te has dado cuenta de que no es normal.
En ella te contare mil y una cosas que tal vez no entiendas, yo por ser muy extraña o tu por ser muy ordinario.
Cuando tenía 5 años quería ser una princesa y defender al mundo con mi unicornio mágico.
Cuando cumplí 6 entendí que no me comprarían un unicornio.
A los 7 años quería ser como Harry Potter, pero como no tenía una varita mágica supe que no podía.
A los 10 mis padres me compraron mi primera saga "Cazadores de sombras" que fue la que llamó mi atención por la lectura.
Cuando cumplí mis 16 años todos los días, después de la escuela, iba a la biblioteca y me quedaba ahí hasta que mi madre adoptiva llamaba, no me gustan las historias de romance y finales felices, lo cual es irónico ya que la saga que llamo mi atención por la lectura era de ficción y romance, sin embargo pienso que el amor es sólo de cuentos y las historias de plebeyas que se casan con príncipes no son más que pura farza para hacernos creer que la felicidad es fácil de alcanzar, mientras que para mi, una niña cuyos padres se suicidaron, no es ni siquiera una esperanza.
Nunca va a llegar un príncipe a casarse conmigo, es algo totalmente tonto.
En fin, la bibliotecaria siempre me ofrecía libros que ella creía serían de mi agrado, todos y cada uno eran de humor historias románticas:
"Comer, rezar, amar"
"Bajo la misma estrella"
"Amores en secreto"
"La chica de la ventana"
Entre muchos otros.
El día que concí a Patch mi profesor se había quedado charlando conmigo sobre mis malas notas en su clase, así que llegue a la biblioteca a las 3:45 p.m, mi madre normalmente llamaba a las 5:00 p.m, tenía tiempo suficiente para leer 200 páginas.
Me acerque a la puerta de la biblioteca y la puerta de la biblioteca y la empuje despacio, aún sabiendo que la puerta rechinaba u no iba a pasar desapercibida frente a Beatrice la bibliotecaria.
Beatrice es una persona agradable, sin embargo, demasiado para no ser fingido.
Se me acercó y me ofreció un libro algo delegado para mi gusto.
Su título era "Corazón Valiente" de Allyson Brooke Hernández.
Le di a Beatrice una sonrisa fingida y comenze a juzgar el libro.
Comenzaba algo así:
"Los chicos me temen.
Saben que seré la nueva reina.
Las chicas me envidian.
Piensan que sólo tengo lujos y comodidades.
Pero hay algo que no tengo:
Amor"
AMOR .
La palabra que arruina un libro.
Cerre el libro de un tajo y volví a leer mi libro actual: "La Ladrona De Libros".
Era trágico y conmovedor pero su final era de historia de amor desgarrada.
La bibliotecaria de me acercó y me tendió otro libro.
No me molesto en sonreír.
Abro el libro, se llama " Ecos De Sus Alas":
Sólo sabía una cosa, amaba a Cipriano.
Cerré el libro...
Me sentía observada.
Y vi a un chico de increibles ojos azul y destellos plateados en ellos...
Me observaba y lo único que hizo cuando sostuve la mirada fue acercarse, cuando llegó hasta mi se presentó.
-Soy Patch Cipriano, pero tu llámame Patch, en cerio, llámame, he estado observando que rechazas los libro de amor ¿porqué?.
Su tono de voz fue casi infantil a no ser de el imponente plateado en sus ojos, sin embargo, lo ignore.
-Alaska Fairshild- dijo en un tono sombrío, algo que nunca me imagine que podría venir de el.
-¿Disculpame?- dije algo anonada por haber escuchado mi nombre venir de sus labios.
-Alaska Fairshild, ese es tu nombre, tu mejor amigo se llama Tobías Eaton, tu color favorito es el azul, te recuerda a tu infancia y tu madre se llama Jocelyn Fairshild.
-¿Cómo sabes todo eso de mi?- me estaba asustando, no sabía si ese tipo era un secuestrador o un traficante de órganos.
-Soy tu guardián- dijo en voz baja.
Salí prácticamente corriendo de la biblioteca y llegue más temprano de lo acostumbrado a casa.
Subí con cuidado a mi habitación y seguí leyendo, aunque, de un momento a otro me quede dormida.
Al despertar Tobías estaba a mi lado y Patch detrás de el, grite a todo pulmón y Patch me tapó la boca.