"ERES MIA PEQUEÑA" SIWON- ADAPTACION

capitulo 7

-Hola-dije muy fria

-¿Cómo has estado? -Dijo leeteuk dandole un abrazo.

-Aquí lo que importa es cómo están ustedes. -Dijo mi padre, sonriéndonos. Yo doble los ojos.

-¿Pasa algo kyu? -Dijo acercándose a mi. ¿Por qué me tiene que decir kyu?

-Si, tú. -Dije mirándolo por primera vez a los ojos.

-No le prestes atención, papá. Ya sabes, sigue siendo una niña grosera y malcriada. -Dijo leeteuk No sé que sentía en ese momento. Algo como rabia y tristeza. Solo quería desaparecer.

-¿Alguna vez han escucha eso de que tu familia te tiene que apoyar, estar ahí para ti y hacerte sentir querido? Pues con ustedes es todo lo contrario. Son una mierda, ¡los dos! Tú, leeteuk, eres solo un imbecil que está pendiente de las chicas, sus amigos, sexo y alcohol. Tú, kangmin, no creo que te pueda llamar papá otra vez. Nunca están ahí ¿Esto es a lo que ustedes le llaman familia? ¡Está muy lejos de serlo! A veces solo quisiera desaparecer o irme lejos. Lejos de aquí, ¡alejarme de todas las personas que me rodean! En especial de "mi familia". Ahora no finjan que yo soy el problema, no siquiera se atrevan a hacerlo. Los odio tanto. -Dije entre lágrimas. Por fin, por fin me había desahogado. Sabía que algún día explotaría.

leeteuk tenía una mirada triste y solo miraba abajo. No me atreví a mirar a kangmin. Subí a mi habitación y cerré la puerta de un portazo, me tire en mi cama a llorar como hacía siempre. Empecé a gritar contra la almohada. Odiaba esto. Odiaba todo.

Narra leeteuk

Todo lo que dijo kyungri era cierto. Nosotras estábamos muy lejos de ser una familia. Me dolió tanto lo que dijo, fue tan sincera. Toda esta familia se fue a la mierda desde que mama murió y kyungri era la más cercana a ella. Era su mejor amiga, era su todo. Tenía ganas de abrazarla, de decirle que la amaba más que a nada, pero ella no me querrá ni ver. Todos estos años he sido un imbecil con ella.

¿Cómo era capaz de si quiera dejarla que se viniera sola de la escuela a la casa? ¿Solo porque tengo que hacer algo con mis amigos o con chicas? Eso es verdad. Siempre los pongo antes que a ella. Soy una puta decepción.

-Papa, yo...

-Creo que debería irme mejor. Dile que la amo. -Pronto agarro todas sus cosas y se fue. Todo empeoraba. Todo.

Me senté en el sofá y me puse a pensar muchas cosas. Suspiré. Mi teléfono empezó a sonar.

-Hey leeteuk, no te imaginas. Probablemente esa fue la mejor mamad... -Lo interrumpí.

-No estoy de humor, siwon

-¿Pasó algo? Sabes que me puedes contar.

-Si, kyungri..

-¿Qué? ¿Le pasó algo a kyungri? ¿Dónde está?

-Sabes que vino papá y todo se salió de control, ella solo dijo lo que ha sentido todos estos años. Ella empezó a llorar y nos dijo que nos odiaba. Fue horrible ver a mi hermana así.

-Espera, voy para allá. -Dijo y colgó

Diez minutos después siwon estaba aquí, se sentó en un sillón y yo le expliqué mejor.

-Es horrible. He sido todo un imbecil con ella. Papá y yo nunca hemos estado cuando ella más lo necesitaba, ¡ella nos necesita! Y yo solo me preocupo por otras cosas. ¿Sabes cuántas veces la he escuchado llorando? Todas las putas noches! Pero yo soy un cobarde como para preguntarle qué le pasa o decirle que todo va a estar bien pase lo que pase.

NARRA SIWON

Quería tenerla en mis brazos. Abrazarla, protegerla, estar ahí para ella como nunca nadie lo ha estado. Decirle que todo iba a estar bien al final. Pero eso era imposible.

Me sentía una mierda sabiendo que ella estaba así, tan deprimida. Que yo no podía hacer nada para cambiar eso. Maldita impotencia. Solo quería robarle una sonrisa, hacer que todo el dolor que siente de fuera. La quería tanto, me estaba volviendo loco. Solo la quería conmigo, a mi pequeña, Mía.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que no me di cuenta de que estaba bajando las escaleras. Ella... Tenía un suéter de Batman con un short de jean. Ella esquivo mi mirada, se nota que estaba llorando.

-¿Y kangmin? -Le preguntó a leeteuk

-Papá se fue kyungri. -Ella doblo los ojos.

-Maldito cobarde. -Dijo y subió hasta su habitación.

No aguantaba más. No podía. Tenía que hacer algo. Tenía que habla con ella.

-¿A dónde vas? -Dijo leeteuk mientras subía las escaleras.

-Al baño. -Mentí.

Toque su puerta.

-No quiero verte leeteuk. -Abrí la puerta con cuidados y ahí estaba ella, sentada viendo por la ventana. Volteo y me miro.

-¡Y a ti mucho menos! -Dijo y se empezó a acercar a mí para sacarme de su habitación. Yo tenía más fuerza y cerré la puerta.

-Solo quiero hablar contigo, ¿te puedes calmar?

-¿Qué es lo que quieres? -Dijo y me senté en su cama.

-Yo sé cómo te sientes, pero lo peor es encerrarse en su propio mundo y deprimirse.

-¿Tú qué sabes? ¿Ya leeteuk te lo contó verdad? Es un imbecil.

-Créeme, yo sé lo que se siente. Perder a la persona que más quieres y sentir que nadie a tu alrededor te puede comprender cómo esa persona lo hacia. Sentirse solo.

-Tu no sabes nada.

-Si, kyungri. Yo perdí a mi hermano hace muchos años y no sabes lo mucho que me deprimí. Incluso pensaba en quitarme la vida. -Ella se sentó en la cama y me miro -Pero después comprendí que eso era lo peor que podía hacer, deprimirme. Hice muchas cosas que jamás pensé que haría... Todo fue un desastre. No me gustaría que pasaras por lo mismo, simplemente no quiero que estés así.

-¿Qué cosas hiciste? Digo, si puedo saber.

-Un amigo me dijo que para olvidar todo por un momento lo mejor era drogarme. -Ella abrió al boca sorprendida -Incluso me hacía daño a mí mismo, golpeaba con fuerza las paredes e incluso rompí el espejo que tenia en mi cuarto. No quiero que nunca pienses en hacerte daño, pequeña, nunca -

-¿Porque haces esto?

-Me importas, kyungri. Aunque no lo creas. -Ella se acercó a mí y me abrazo. Y me di cuenta de que todo lo que quiero estaba ahí, conmigo. Todo lo que siempre he deseado.

-Creo que deberías hablar con leeteuk

-No quiero. -Dijo ella escondiéndose en mi pecho. -Hablando de él, ¿dónde está? Digo, si te viera aqui ya te hubiese matado. -Yo reí

-Pues le dije que iría al baño. -Ella empezó a reír y me sentí completo. La había hecho reír.

-siwon ....

-¿Si?

-No quiero que te vayas