Muggles

15.1K 774 252
                                    

Bienvenidos (de nuevo algunos) a esta historia, se que en la nota que publiqué esta tarde puse que no habría muchos cambios en la historia peeeeeeeeroooooo, sip, los hay, muchos, y bueno, dije que tardaría poco en reescribir este capítulo y bueno, son las 3 a.m. y me muero de sueño pero necesitaba dejar esto hecho

Advertencias: M (Slash en el futuro)

Pairing: A decidir

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter le pertenecen exclusivamente a J.K Rowling para mi mala suerte.

Harry miro a través de la única ventana del cuarto que ocupaba en el orfanato, el cielo era de un azul tan brillante que hacía quemar sus ojos verdes esmeralda. Nunca se había sentido verdaderamente parte de ese lugar y ahora estaba más que seguro de no serlo.

No recordaba exactamente cuánto tiempo llevaba viviendo en esa habitación del orfanato después de que su tío, en un arrebato de furia, según lo que le había dicho la matrona que era la dueña del orfanato, lo abandonara en la puerta gritando que no quería volver a ver a un bicho raro como él. Recordaba bastante bien que al principio en el orfanato se sintió mejor que lo que recordaba de la casa de sus tíos, y eso que ellos eran su familia, simplemente porque en aquel entonces la matrona le cuidaba con especial ahínco ya que según le recordaba siempre, parecía un ángel enviado del cielo con esos ojos verdes y su piel blanca y delicada como la porcelana.

Con el paso del tiempo las cosas cambiaron y no precisamente para bien, al menos no completamente, la matrona del orfanato jamás dejó de tratarle con mucho cuidado y delicadeza, pero vivir en un orfanato y ser tan "bonito" nunca eran una buena combinación al salir de las cuatro verjas oxidadas de la propiedad.

El primer incidente que tuvo fue nada más llegar a la escuela primaria pública a la que tenían acceso, Harry era un niño muy inteligente, o eso le habían dicho los profesores a la matrona en los primeros días, demasiado tal vez, al menos para el resto de sus compañeros, los cuales tendían a ser algo más que un poco crueles con él. En una de las primeras semanas de escuela la matrona fue llamada por una de las profesoras porque al parecer habían encontrado a Harry llorando encerrado dentro de un armario de escobas, lo sorprendente fue que el grupo de niños culpables de ello fueron encontrados en una de las clases cerca de allí, llorando, dos con la pierna rota y otro con el brazo también fracturado, según se creyeron, por tropezarse en las escaleras al huir de su fechoría

Nunca nadie descubrió que pasó realmente, pero algunos de los niños mayores aseguraban que el grupo de chicos encerró a Harry y luego al huir se tropezó uno empujando a los otros dos por las escaleras, cosa que sonaba muy lógica, una niña sin embargo creía otra cosa, aunque nadie nunca la creyó, la chica aseguraba que si bien los niños encerraron a Harry, el chico fue quien les empujó por las escaleras, aunque la chica tampoco sabía muy bien como era eso posible

Pero eso solo fue el principio, la apariencia tan delicada de Harry atrajo rápidamente la atención de los más mayores de la escuela, los cuales se burlaban de él constantemente, y extrañamente, Harry no tenía ningún amigo, nadie se le acercaba apenas, a pesar de la cara bonita y angelical y la sonrisa que siempre esbozaba en su cara.

Harry siguió siendo el mejor de su clase, el más rápido en aprender, el favorito de los profesores, y extrañamente insultado por la mitad del colegio y temido por la otra mitad, los que habían sufrido extraños incidentes siempre relacionados al más pequeño.

En el orfanato ocurría otro tanto de lo mismo, los niños le odiaban, despreciaban e insultaban, sin embargo, la matrona y demás señoras que trabajaban ahí le trataban como a un príncipe que jamás rompería un plato, embelesados por su apariencia y sus aparentes impecables modales.

PerverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora