Capitulo Único

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Se arregló como no lo había hecho nunca.

Se había pasado todo el día entre tiendas de ropas, perfumerías y un salón de belleza, todo para lo que haría esa noche.

Su cabello liso y castaño ahora caía sólo hasta la altura de los hombros a diferencia de esa mañana que le llegaba por debajo de la cintura. El leve maquillaje que llevaba hacia que sus ojos del color del chocolate resaltarán de forma preciosa y los jeans con la blusa hacian que su figura, que nunca nadie había visto más allá que por encima de las anchas camisas que usaba, se delineara detalladamente haciendo ver la preciosa mujer que era y que ese idiota había rechazado.

Suspiró al recordar eso pero se obligó a no sentir pesar, tomo su bolso y se encaminó a la salida de su hogar donde afuera ya la esperaba un taxi.

Al subirse al asiento del copiloto, dio la dirección al hombre y este asintiendo encendió el vehículo y el viaje empezó.

Agradecía que este no fuera uno de esos conductores que buscaba conversación con su pasajero, este en cambio iba en completo silencio sólo preguntando de vez en cuando si era necesario.

Tras veinte minutos en el vehículo, al fin llegó a destino, le pagó al conductor y se bajó para terminar el trayecto a pie.

Se acercó con lentitud hacia el puente situado en medio del parque, ese puente donde lo había conocido a él, aquel hombre quien le venía torturando la mente desde hacía bastante tiempo, todo desde que la había rechazado 14 meses antes.

Introdujo la mano en el bolso y busco con calma dentro, sus dedos rozaron el metal frío de eso que buscaba y lo extrajo de ahí. Observó como el metal brillaba ante la luz de la luna, la pequeña llave con forma de corazón descansaba entre su pulgar y el índice.

Cerro los ojos, suspiró profundo y se permitió pensar un momento en todo lo que había pasado esos meses, las lágrimas que derramó, lo idiota y humillada que se sintió, las veces que el aparecía en su mente y la atormentaba impidiéndole enamorarse de alguien más, impidiéndole poder amar a alguien sin cargar con rencores; los recuerdos que no podía dejar ir, el miedo que acechaba a su inseguro corazón. Pensó en todo aquello y se prometió a si misma y a aquel que la cuidaba en todo momento de su vida, que cuando abriera los ojos habría olvidado y perdonado a aquel hombre que la había dañado y que ahora dejaría ir por completo de su vida.

Abrió los ojos y arrojó la llave lo más lejos que pudo y está se hundió en el agua que corria bajo aquel puente. Sintió todo su cuerpo descansar del dolor y resentimiento, y deseo que ese hombre encontrará la felicidad, pidio por eso mirando al cielo y sonrió sabiendo que había dejado ir el odio y el miedo de su corazón.

Vio el agua durante un momento pensando en aquel joven que había conocido hace solo unas pocas semanas atrás, se pregunto si ahora podría enamorarse de él sin miedo, volvió a mirar al cielo y con los ojos y la sonrisa brillando deseo que eso fuera posible; que tuviera un bonito comienzo y un futuro igual de hermoso.

Confío en que así sería.

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