Capítulo II: El nacimiento de una Burdock

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Era extraño pensar que aquellos niños a los que vi crecer fuesen tan mayores, era increíble verlos a todos tan mayores, ver a Flox como una bella señorita, a Nepeta una coqueta muchacha, a Shirley como una creativa dama, a la pequeña Margarita con 8 años... Y no dejemos de lado a los chicos, por una parte teníamos a Tommy a, un chico muy guapo, a su hermano Francis que mantenía una relación con Nepeta, a Acantos sumergido en sus libros, a Pajarito como pescador...

Pic llegó una semana después que yo, me alegré al verla, durante los años que cuidé a las gemelas, ella fue una de mis mejores amigas.

Pasaron dos semanas, la hija de Grisam y Pervinca Burdock no tardaría en nacer, hasta que un día que nos encontrábamos las gemelas, Pic y yo:

- ¡Aaaah!- gritó la mayor de las gemelas-, me duele mucho.

- ¿Qué pasa? Estás a punto de parir Vi, hay que llamar a un médico, Pico, ¿puedes llamar al médico?

- Me duele mucho- gimió Pervinca.

- Tranquila Vi, estoy contigo, Felí, ¿puedes ir a llamar a Grisam?

Pervinca lloraba, me dolía verla así, volé lo más rápido que pude para encontrar al marido de mi niña, pregunté a todo el mundo para poder avisarle a Grisam del nacimiento de su primogénita. Lo encontré en el puerto charlando con Tommy:

- ¡Grisaaam!- grité lo más fuerte posible.

- Ah, hola Felí, ¿qué pasa?

- Tu hija... Pervinca... Nacer- no sabía porque no me salían las palabras.

- ¡Vi! Hada santa, Felí ¡habla!- salió disparado.

- Lo siento Grisam...- susurré.

Cuando llegué, pude ver al doctor, Grisam agarraba la mano de Pervinca, mientras esta pujaba, Babú intentaba tranquilizarla:

- Vi, no pasa nada, lo estás haciendo genial.

- Cuando tú estés en esta situación no te gustará nada.

- Venga linda, tú puedes- le animaba Grisam.

- Grisam da a luz tú por mí.

- Venga niña, solo una vez más.

Pervinca pujó con todas sus fuerzas, y finalmente pudimos escuchar el inconfundible llanto de una niña.

- Es preciosa...- le susurró Grisam a su esposa.

- Lo sé- respondió Pervinca.

Babú estaba hipercontenta, acababa de nacer su sobrina. Me acerqué a ver a la recién nacida, se parecía a Pervinca, el mismo color de cabello, la misma mancha de nacimiento..., lo único que tenía de Grisam era los ojos grises.

- ¿Cómo se llamará?- preguntó Vainilla con una sonrisa en el rostro- debe de llevar el nombre de una flor ya que será una bruja de la luz.

Grisam y Pervinca se miraron, no habían pensado en el nombre de la niña.

- ¿Qué te parece Cattleya?- preguntó Vi a Grisam.

- Me parece perfecto- dijo mientras la besó-, hola Cattleya, yo soy tu papá.

- Yo soy Felí, tu hada niñera, y aquellos de allá son tus tíos Vainilla y Jim y tus abuelos Dalia y Cícero, pronto llegarán tus otros abuelos Vic y Marta- la pequeña me sonrió, mostrando una boca sin dientes.

Fairy Oak: Nuestros HijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora