Cibdella d' Versalles, Julius 10, 2076...
"— Pueblo de Versalles, nuestra revolución ya ha llegado a los aposentos de Moffer Ösenberg en París y ya tiene algo en mente Alexander Ibrahmović de lo que se le vendrá encima. Pero tengo malas noticias; Un hombre llamado Slav Rammer, le ha dado nombres a la capitanía del gobierno más cercana, a cambio de unos billetes y el exilio a París... Él vive en la calle Dôntrex, #72. Revolución, ¡TENEMOS QUE HACER ALGO!".
Dice un hombre en las pantallas del centro de Versalles.
Tras este pequeño discurso, las campanas de la catedral retumban, anunciando que los revolucionarios tienen que asesinar a Rammer."— Marlonne ha hablado, tenemos que asesinad al señor Slav Rammer".
Dicen unos hombres en una cantina.
"— Los revolucionarios han decidido; la sospechas de Rammer será castigadas con la ejecución..."
Dice Maximilian al Verdugo con frialdad...Grandes, hombres, mujeres, niñas y niños salen de sus casas en busca de Slav.
"— ¡LOS DESERTORES SERÁN EJECUTADOS!".
Dice la multitud con armas en mano enojada y sedienta de sangre escurrir en la caldera de la guillotina.
La calle se encontraba cercana a la salida a París, pues Rammer quería escapar de la Versalles Libre para recibir su recompensa de la mano de Ösenberg.
Los revolucionarios no tardaron en llegar y la campana de la Catedral de Versalles retumba por toda ciudad acompañada de gritos y gemidos revolucionarios.
Los gritos son más altos cada vez que se acercan más a Rammer, gritos de niños y jóvenes pidiendo libertad y la caída del "Ibrahmovićstaate" .
Profesores, científicos, ingenieros, obreros y políticos desertores se han unido para devastar a Ibrahmović en Francia y sus ideas ya se han extendido a Italia, Alemania, España, Portugal y algunas regiones de Medio Oriente. Aunque éstas han sido oprimidas y desbaratadas por los gobernadores y capitanes locales. Ibrahmović tiene la esperanza de que Ösenberg desbaratará y oprimirá la REVOLUTÉ en algún momento; pero al parecer Ösenberg la ve pasajera y sus capitanías cercanas se harán cargo, aunque ya le ha empezado a preocupar un poco.
"— ¡Matadle! ¡Llevadle a la Guillotina! ¡Maximilian le juzgará con odio que se merece!".
Grita la multitud mientras disparan a la casa de Rammer con odio y desprecio.
Los "Revolutesoldars" entran a la casa por la fuerza, tirando la puerta de la fachada.
Rammer no sabía nada, pues la "Voxé d'll Peuplé" apenas había dado el mensaje hace dos horas, mientras que Rammer estaba en la capitanía entregando la información de Versalles.
Los Revolucionarios encontraron a Rammer en la cocina, usando el microondas...
"— ¿Le Voxé d'll Peuplé?"
Pregunta Rammer mientras saca una daga de un cajón.
Rammer lanza la daga, la cual se inserta en el ojo de un revolucionario, otros hombres se abalanzan en contra de Rammer y con machetes le cortan la piel, por los brazos, piernas.
"— ¡BASTA! Por favor... Haré lo que vuestra voluntad quiera, pero por favor..."
Grita Rammer mientras le cortan la pielLe rompen la camisa y le hacen una seña obscena con su propia sangre en la espalda
"— Ahmed, hemos encontrado al traidor..."
Dice un revolucionario.
Ahmed, el hombre de negro entra e inspecciona los pantalones de Rammer.
Ahmed extrae una hoja de papel;
"— El Gran GRÄSTER d' Europe felicita al ciudadano Slav Rammer por su información acerca de la Organización terrorista. Será recompensado en París por el Ministerio de Guerra...".
Dice Ahmed en voz alta mientras sale de la casa de Rammer.La multitud grita muy alto y Ahmed sabe lo que se tiene qué hacer...
"— Este hombre nos vendió al bueno de Ösenberg a cambio de unos billetes... Slav Rammer será el segundo en estrenar nuestra guillotina y sentir toda la furia de nuestro símbolo en su cuello".
Dice Maximilian parado en la plataforma de la Guillotina en voz alta.
"— Extiende los brazos..."
Dice Ahmed fríamente
Rammer los extiende inocentemente sin saber por qué.
Ahmed saca un machete y le corta las manos velozmente.
"— ¡AGH! ¡AGHHHHHHHH!"
Grita Slav mientras sus muñecas se desangran
La madera de la guillotina se empapa de sangre y Slav cae al suelo manchado de sangre, Ahmed lo toma y le azota en la guillotina hecha de acero, provocando un sangrado en la cabeza.
Maximilian solo observa la brutalidad de Ahmed y no interviene.
Ahmed pone a Slav en la "Cuna" de la Guillotina y al acabar arroja las manos despedazadas de Slav a los hombres que presenciaban la ejecución que festejaban la caída de un traidor.
Ahmed tira la palanca y la cabeza se cae en una cubeta que se llenaba de sangre del cuello de Slav.
"— Moffer Ösenberg nos ha declarado la guerra... Ya es tiempo de liberar a París del yugo de ese hombre, ¡es tiempo de demostrar que el mundo no está solo!"
Grita Maximilian mientras muestra la cabeza de Slav a todos
La multitud grita apoyando a Maximilian...