-No puedo creer que vayas - Dijo mi amiga Ari mientras me ayudaba a guardar la ropa en la maleta.
-Desde que te lo dije pensabas que estaba de broma, ¿Aun ahora, que me queda una hora contigo, no vas a creerme?- Cerré la maleta con una pizca de odio. Cuando dije a todos que me iba a un internado al sur de Inglaterra al borde de un acantilado, nadie pensó que estaba haciéndolo de verdad, todos dijeron que mis planes no se harían realidad.
- Sam se que te vas pero ¿no crees que todo lo que sucedió lo puedes olvidar aquí, conmigo?
-Ariana sabes perfectamente que lo he intentado durante estos dos años, me refugie en ti y en terminar la carrera. La he terminado y no he logrado cortar mis lazos con el pasado. Compréndeme necesito empezar en un sitio que nadie me conoce, que nadie sabrá mi historia y no intentaran salvarme. En ningún otro internado me darían un trabajo mejor.
Media hora después estaba saliendo por la puerta de esa casa. 21 años de mi vida estaban dentro de ella, y ahora era el momento perfecto para decir adiós.
Lo que no sabía es que el pasado nunca se marcha, que la tranquilidad no existe y que en su plan de vida no se había planteado a un idiota como Harry, que no aceptaría la actitud aburrida de Samantha.
