Prólogo.
"¿Acaso nunca has pensado en la suerte que tienes de vivir? Nuevos días, nuevas experiencias."
Leía yo en frases que había encontrado en algunas páginas perdidas de mis libros...
Bueno, no exactamente es así para mí.
Capítulo 1.
"Un día más. Un día menos para el verano, mierda"
Pensaba en mis adentros. Todavía no lograba empezar una dieta y eso me dolía.
Me solía comparar con las perfectas muñequitas que asistían a mi colegio, todas exquisitas con un bronceado tono de piel y sus largas y lacias cabelleras al viento.
¿Por qué razón yo no podría ser como ellas? ¿Cuál sería el motivo de tener esta maldita suerte encima?
Sí. Mala suerte. Todo lo que tenía encima. Kilos y kilos de asquerosa grasa rebalsando mis pantalones y remeras, haciéndome lucir espantosa y poco atractiva.
Conózcanme: una chica fea de 15 años sola, en un mundo que busca perfección en la apariencia.
No conozco personas a las cuales llamar "amigos" ya que mi apariencia me limita en mis relaciones con los demás.
¿No puedo cambiar eso? Sí. Pero necesito un milagro.
Sucesos diarios:
13 de septiembre.
Despierto.
Me siento deshinchada ¿Acaso será por no haber comido ayer en la noche? No lo se, pero me gusta mucho esta sensación.
Es mejor no desayunar nada, así continuo sientiendome delgada.
Son las 6 de la mañana y el sol apenas dibuja unos rayitos naranjas en el cielo. Está fresco afuera, aún las temperaturas de la pronta primavera no se han presentado y eso me reconforta un poco.
Me hace pensar que todavía tengo tiempo para comenzar a cambiar para el verano.
Aunque piense que todo esto es una exageración la mayoría de las personas (Todo el tema de verse lindas y esbeltas para el comienzo de los calores veraniegos)... Necesito que se respondan para sí:
"¿Me enamoraría de una persona obesa?"
"¿Soy de calificar a los niños o niñas gorditos/as como lindos?"
Para el 90% de las personas, son dos rotundos NO.
Me molesta que piensen que mi obsesión es insana, infantil y estúpida.
Los estúpidos son ellos, que me llaman "gorda" en todo momento..
Ingreso a la escuela con mi asqueroso uniforme, impuesto por la misma institución. Es como que refuerzan la diferencia entre los bonitos que saben lucir cualquier prenda y los desgraciados como yo que absolutamente todo les queda horrible.
Me siento mal durante toda la mañana en el colegio. Las bromas, burlas y gritos hacia mi son insoportables ya.
No quiero continuar con esto pero resulta necesario para poder encajar en la sociedad.
Estoy decidida a empezar de una maldita vez por todas.
15 de septiembre
Es mi 2do día desde que empecé mi dieta de 0 alimentos.
Pensarán que estoy loca, lo sé. Pero so los demás los que me llevan a estos extremos.
He investigado en cada blog que existe en internet..
Cada manera de esconder la comida y engañar a la gente me las he aprendido por completo..
Diseñé mi página propia "ProAna" para contarles a los demás mi experiencia.. me motiva a seguir.
-Bianca! Ya está la comida servida en la mesa.-Gritó mamá.
-No voy a comer, hace un rato merendé, perdón. -Mentí desde mi habitación de una manera bastante convincente.
-Después no te quejes si no sobra comida suficiente ¿Sabes? -Replicó en un tono reprochante.
No, no me arrepentiré mamá. Tienes que saberlo.
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Mi última canción
Teen FictionBianca Salvatore, una niña de 15 en un mundo donde sólo la apariencia importa... ¿Ha de importar más ser bonita que la propia vida?