Único.

849 84 15
                                    

Entrar en el corazón de Yoongi no fue fácil para Park Jimin, lo único que no tenía que hacer era echar a perder todo lo que habían construido por tres años consecutivos, pero no todo era color de rosa como las historias cliché plantean el amor. Sentimiento que no nace de un día a otro o que jamás hay peleas entre la pareja, Yoongi sabía que toda esa mierda de mentiras las cuales esas historias eran basadas al momento de ser escritas era una falsedad, nada en la vida es fácil y mucho menos el amor.

Ese no era el único problema, el más riesgoso de todos era que Jimin tenía que saber que palabras tenía que estar diciendo siempre que se peleaban, por que Yoongi aunque tirara ese aura de chico alejado era alguien que se hería fácilmente pero no lo mostraba, el era de pocas palabras al momento de hablar o mostrar sus emociones, sin embargo, Jimin quedaba perplejo como un idiota al ver a su novio sonreír, cuando sus cabellos caían sobre sus ojos cubriéndolos y dejando su leve sonrojo al aire libre, como su risa terminaba hasta el final de sus ojos haciéndolo ver tiernamente con sus ojos cerrados.

Siempre había sido lo que Jimin buscaba y anhelaba de alguien, pero no sabía dado cuenta cuando todo había cambiado tan drásticamente. No sabía ni entendía si era por su nuevo trabajo o por que el chico blanco de carácter terco se estaba aburriendo de su relación. Habían pasado de besos a simples picos cortos, los abrazos que solían darse por la noche ya no eran necesarios, ya que cuando llegaba a casa Yoongi ya se encontraba durmiendo y los mensajes que solían enviarse todos los días habían pasado de diarios a tal vez dos veces por semana y joder, que las relaciones no están hechas para sentir lo mismo por años o décadas, ya que siempre tienen que haber altos y bajos, los sentimientos cambian cada día y Park tenía miedo, miedo a perder la persona que le había ayudado a salir de su adición al cigarro.

Pero hoy no era la ocasión, hoy se encontraba fumando en el balcón de la habitación de un hotel, pensando todas las cosas de antes, tratando de recordar si en algún momento el dijo algo para que su pareja cambiara, pero lo cierto era que Jimin había dejado de darle cariños como solía hacerlo y Yoongi había vuelto a ser el mismo de antes.

—Mierda.

Gruñó arrogante contra la baranda. Todo lo que le rodeaba en esos instantes le valía mil mierdas. Suspiró pesadamente, volteando su cabeza para el interior de la amplia habitación y se encaminó a ella, encontrándose con la tía de pelo negro, tez morena y ojos avellana, acostada en un lado de la cama. Era hermosa, demasiado diría él.

Las tías de tez morena siempre habían tenido esa atracción hacia él y lo agradecía, por que de todas las tías que había conocido sin dudar, ella era una de las más bonitas que había estado. El problema era en que estaba pasado de copas y no se dio cuenta a que hora había terminado acostado con esa tía hasta que se levantó mirando el reloj de pared que marcaba las 2:30 a.m.

—Tengo que irme. —Besó su frente. —Cuídate.

—Igual Park. —Se despidió con la mano sin verle al rostro.

Jimin salió de la habitación y se dirigió al ascensor hasta llegar al sótano uno para caminar hasta su camioneta y arrancar con dirección al apartamento compartido con su novio. Park sabía perfectamente que el contrario sospechaba que él llegaba tarde no por trabajo si no por infidelidad. Ninguno de los dos decía algo, ya que tenían miedo de echar a perder todos los años que habían estado juntos.

Abrió la puerta de su apartamento entrando como siempre lo hacía, dejando su chaqueta en un lado y sus zapatos en la entrada para seguir con su camino. Se adentro a la cocina y miró la mesa arreglada con unos nuevos arreglos florales, comida que estaba helada, un postre de fresa y una tarjeta que decía "Feliz aniversario" y mierda, que sintió un peso de culpa en su interior. Se había olvidado de la fecha más importante para Yoongi y él. Se maldició a sí mismo y corrió a la habitación abriéndola despacio, encontrándose con su novio y joder, que cuando levantó el rostro sus ojos estaban rojizos y su nariz tapada de llorar.

—Joder. —Se aproximó apresurado hasta el más delgado y lo abrazó.

—¿Por qué t..te tardaste?

Sintió los brazos del chico blanquito rodearle la espalda. Apollo su barbillas en su cabeza sin el valor para decirle que se había ido a follar con una chica. Yoongi no era de los que lloraban, pero cuando lo hacía era por frustración o porque en realidad se sentía impotente hacia algo.

—Me retuvieron en una reunión bebé. —Mintió, como el hijo de perra que era y se odiaba por eso. —Vamos. —Lo acomodé en la cama. —Tienes que dormir.

—Feliz aniversario Jimin. —Sintió los brazos contrarios tomarlo de cuello hasta rozar sus labios y depositar un beso casto en ellos.

—Felicidades amor. —Besó su frente para luego los dos abrazarse y esperó hasta que el mayor estaba totalmente dormido.

Los dos eran unos completos masoquistas. Uno por que era un imbécil que llegaba tarde a casa y otro, por que nunca reclamaba. Pero ambos se amaban o eso pensaban, ambos sabían que si uno de ellos se iba su vida daría un giro de 360°, por que ambos eran como el propio oxígeno para cada uno. Aunque pasaran por las peores mierdas pero allí estaban para el uno y el otro.

Con la intención de ser corto.

Acid Road. [Yoonmin; BTS]Where stories live. Discover now