Monstruos / Jainico / One Shot lemmon

Pesadillas.

11:00 pm
Los 3 muchachos; Nicolás, Jaime y Edgar, estaban jugando monopoly en la casa del moreno. Llevaban jugando hace ya 3 horas y se encontraban casi terminando de jugar, ya que los 3 estaban cansados y discutían mucho porque alguno de ellos hacía trampa.
Estaban sentados en el piso con algunas latas de cervezas y bolsas de comida chatarra ha su alrededor. Se encontraban en la pieza del dueño de aquella casa.

-Yo creo que me voy a ir.- Dijo el ruliento bostezando y estirandose- debo ir a ver a la Juancha y a instalar un par de juegos.
-Weno.- Dijeron los otros 2 chicos mirándolo.

El ruliento tomó algunas de sus cosas que había dejado en una esquina de la habitación y se fue a la puerta de esta para marcharse.
-Nos vemos mañana cabros, cuidense, no hagan weás cochinas.-Cerró la puerta antes de que los chicos al que les acababa de hablar lo puteasen.
-Edgar culiáo jajajaja.- Se hechó a reír el barbón mientras tomada una bolsa de papas fritas que había por ahí para sacar su contenido y llevarselo a la boca.
-Que es aweonao el Edgar.- El moreno se levantó del piso para ir a ver la hora en la sala principal. Se levantó un poco mal ya que llebaba horas sentado y eso le hizo doler el trasero.
-Chucha, son las 11, ¡¿te vai a quedar o te vai a ir Jaime?!- Gritó Nicolás.
-¡Me voy a quedar, si me dejai weón!- Le grito de vuelta Jaime.
-¡Claroooo!.

01:00 am

Ambos chicos se pasaron las 2 horas hablando de juegos para subir en el canal, modificaciones de la página y esas cosas.
Después de haber cenado alguna comida rápida que pidieron, se fueron a dormir.
Como el moreno tenía 2 camas en su pieza, una era para el Jaime que quedaba cerca de la ventana que daba a la calle, y la otra para él que daba para el pequeño patio trasero de su casa.
Se acomodaron en sus camas para dormir.
-Buenas noches Jaime.
-Buenas noches Nico.

03:37 am

El barbón se despertó al escuchar unos pequeños sollosos de alguien, le resultaban parecidos a los de Nicolás.
Se pasó una mano por su cara para estar más despierto.
Se levantó de su cama y fue a la de su amigo para verificar que no pasaba nada malo.
-Nico, Nico estai bien?- Movió un poco al moreno para que se despertara si es que estaba dormido.
No hubo respuesta por parte del otro.
Tal vez sólo había sido ilusión suya escuchar a alguien sollosar, así que volvió a su cama para descansar.

03:40 am

Se volvieron a escuchar sollosos desde la cama de Nicolás.
Tal vez no eran ilusiones y su amigo realmente estaba llorando, realmente algo malo pasaba ya que en sus 5 años de amistad, tenía contadas las veces que lo había visto llorar.
Se levantó nuevamente hacía la cama de su compañero para ir a hablar con él.
-Nico, qué te pasa?.
-Nada, estoy bien, anda a dormir.
El barbón se quedó pensando un poco en si obedecer a su amigo e irse a dormir o... seguir insistiendo.
-No. Weón, te escuché llorando, qué weá te pasa? Mientras más te tardes en contarme, menos tiempo tendrás pa' dormir.

Nicolás suspiró, le estaba dando la espalda a su amigo así que se dio vuelta para mirarlo. Este tenía una mirada de preocupación por él.
Se sentó en su cama y se pasó ambas de sus manos por la cara para tratar de despejar su mente y ponerse más tranquilo.
-Tengo pesadillas, pero no son de estas que son de una ves y no las vuelves a soñar más, no. Estás las sueño todos los días desde hace 2 semanas, y para mi son terribles. Sueño que estoy en una habitación oscura y de la nada aparecen monstruos feos a cagar, como si tus mayores miedos cobraran vida. Y yo salgo corriendo pero ellos son muy rápidos, me alcanzan, me atrapan y cuando están a punto de matarme me despierto.
Y lloro porque estoy cansado, hace más de 10 días que no puedo dormir tranquilo y estoy pa' la cagá Jaime, no puedo más.

Al terminar de hablar Nicolás agachó la cabeza, en verdad se le notaba cansando.
El barbón lo quedó mirando, pensando que hacer, o que decir.
-Duerme conmigo- Soltó de repente.
-Jaime no estoy pa' tus weás fletas, ahora no.
-No po' weón si no es pa' culear. Cuando chico mi mamá me dijo que cuando alguien tenía pesadillas, lo mejor era dormir con alguien cercano; un familiar, un amigo, una mascota, lo que sea. Si tu duermes conmigo, puede que ya no tengas más pesadillas, no perdemos nada por intentarlo.