Did you have your fun?

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He venido a este bar desde que era un adolescente, simplemente para aparentar masculinidad, sentirme más grande o más bien, pasar un buen momento agradable con mis amigos. Ahora tengo un empleo aquí, el término «barman» me queda perfecto, ya que es exactamente lo que soy.

Como el dueño de este bar es el amigo de mi padre y su hijo, SeokMin, el mío, puedo tomarme este trabajo serio o no, es decir, estamos ubicados en un barrio muy tranquilo en Daegu, todos nos conocemos demasiado bien y, si tenemos nuevos vecinos, los recibimos gustosos, todos somos lo suficientemente cálidos con el otro, por supuesto que si hay algún problema lo arreglamos inmediatamente, tanto en el local como en el barrio, es por eso que no es tan común que tengamos un conflicto gordo. Por esto, puedo tomarme serio o no mi trabajo, jamás me permito algún descuido —porque sinceramente aprecio lo que hago y estoy agradecido de poder tenerlo—, nos la pasamos genial, pero; si quiero estar con alguna persona conversando tranquilamente, puedo hacerlo sin temor a ganarme un regaño.

Sin embargo, yo he encontrado mi propio problema y es Yoon JeongHan. Lo poco que sé de él, es que es nacido en Seúl y que sólo está aquí por un corto período de tiempo, agradezco incondicionalmente a mis vecinas chismosas. Cada vez que lo veo en el bar —ya que es el único lugar en donde me lo encuentro—, todos mis pelos se paran como si hubiera visto un espíritu, quedo boquiabierto y perplejo, es una joya para que esté en lugares como éste.

Por lo que puedo apreciar, JeongHan disfruta de bailar ritmos sensuales, con esa típica cabellera roja que le queda jodidamente bien, hace que su performance termine siendo espectacular. Es que, ¡vamos! no admirarás en otro lado la forma en la que sacude su cabeza, haciendo que unos mechones se le peguen en la piel por la transpiración. Todos quedamos anonadados, porque simplemente es brutal esa maravilla de persona; cómo juega con nosotros, con esa boca tan linda y preciosa y, esa mirada que te deja tiritando. Seguimos preguntándonos si es real o sólo es una imaginación nuestra.

Él nuevamente está mirándome desde su asiento, pide otra botella de soju, SeokMin se la entrega ya abierta con una sonrisa, aunque a JeongHan no le importa dirigirle la mirada ya que, me tiene entre sus ojos. Cuando está por tomar, me lanza una mirada provocativa. Suspiro. Siento que va acabar con mi persona, niego con la cabeza y me dedico a prestarle atención a otros clientes. Es imposible. JeongHan había ido, como siempre, a la pista de baile.

JunHui y MínHào, un par de chinos amigos de la casa, se encargan de poner música, para mi sorpresa, decidieron reproducir la canción «House Of Cards», les lancé una mala mirada y ellos se partieron de la risa. La canción no es ningún problema, pero se convierte en uno cuando Yoon JeongHan la baila.

Nunca le prestaba atención a las letras que sonaban aquí, sólo las cantaba o tarareaba algunas entretanto que cumplía con mi trabajo. Inconscientemente, me dispuse a oír de un poco de lo que hablaba mientras tenía en la mira a aquel pelirrojo. Quizás, no me sentía tan identificado, pero podría decirse que nos sentaba muy bien, es decir, el tiempo corría y cada vez esto se está arruinando, ¿por qué no terminar con esta mierda de una vez por todas?

El pelilargo abrazaba con sus piernas aquel caño, restregaba su trasero con ese condenado tubo también, ¡estaba consiguiendo muchos ojos en su magnífico cuerpo! Todo se estaba volviendo un caos, sin mencionar cuánto dolor sentía en mis pantalones. Impulsivamente caminé apresurado —o mejor dicho, troté— hacia donde estaba, lo agarré con brusquedad del brazo, me regaló una sonrisa traviesa mientras me observaba agitado, tensé mi mandíbula y lo llevé atrás del local —donde sería el hogar de los Lee, fui a la habitación de mi mejor amigo—.

Empujándolo hacia la cama de SeokMin, le pregunto— ¿Qué rayos estás haciendo?

—Eso es lo que me estoy preguntando, querido —suelta. Y mierda, está hablando con un tono pícaro, está logrando ponerme demasiado duro.

dark side + jeongcheol [one shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora