Ahora lo sé

26 1 0
                                    

Tenía la cabeza llena de dudas, confusión y eso me tenía harto. "Lo he perdido todo" me dije a mí mismo mientras me recorría una lagrima por la mejilla y piloteaba un avioneta antiquísima. Llevo 12 años sin saber nada de mi pasado, absolutamente nada. Lo único que sí sé es que tengo que encontrar "algo", esa cosa que me hará callar toda esa incertidumbre dentro de mí. Viví todos estos 12 años sintiendo todo este horror y ahora estoy dispuesto a morir para callarlo y saber de una vez por todas qué le pasó a mi vida.

Voy pasando por una neblina que no me deja ver ni las aspas de mi avioneta, no sé a dónde me dirijo, ni siquiera sé si estoy yendo en la dirección correcta. Únicamente recorro todos los caminos que se me pongan enfrente y que mi subconsciente me dice que debo de recorrer. Ojalá sí llegue a algún lado, ojalá. No pasaron 15 minutos de ese monólogo cuando la neblina empieza a desaparecer y me deja ver la luz del sol que choca directamente en mi cara. Brilla demasiado. Me coloco mis lentes obscuros para apreciar mejor y al ver en la lejanía una isla con una montaña en forma de zorro me llega un golpe de memorias.

PLAYA, RIQUEZAS, NATURALEZA, GALAXIAS y una sensación de tranquilidad y de ser fuerte, admirado y especial.
En ese momento perdí un poco el control del avioneta dando una marometa extraña. Retomé el control y decidí aterrizar en el primer punto posible.

Las llantas tocaron tierra. Apagué el motor con ansias, me quité el casco y los lentes de sol, me bajé rapidísimo de la vieja avioneta (la compré por muy poco dinero que conseguí trabajando en un sitio de hamburguesas) y por alguna razón el clima, el ruido del viento rozando los arboles, la vista del mar y la montaña "zorro" de allá atrás me hacen sentir en casa. Todas era unas sensaciones rarísimas pero hermosas.

Me dispongo a caminar por la selva y llegar a la montaña. Sigo sin saber por qué iría allá, pero una vez más, ese camino se me presentó y sentía que debía seguirlo. A los pocos kilometros escucho movimientos repentinos de la maleza, como si alguien estuviera siguiéndome. Continúo con mi caminata, nerviosamente feliz. 853 meteos después -"AAAAAAAAAH" sale un algo gritando como loco de un arbusto, apuntándome con una lanza, se escuchaba muy molesto. Me caigo sobre el lodo y me cubro la cabeza con mis manos -"¡No me hagas daño, por favor!" Pensaba que iba a ser secuestrado por alguna tribu e iba a ser el alimento del mismo. Claro pero antes me iban a torturar, mucho. Voltee para ver qué pasaba, no me había dicho nada durante esos infinitos 50 segundos que estuve protegiendo mi cabeza. Y noté algo, algo que me hizo sentir ganas de llorar.

En el tobillo desnudo de mi presunto secuestrador vi una marca similar a un tatuaje que yo tengo en el mismo lugar: un par de serpientes que protegen a un zorro, imponentes. El loco secuestrador dudó en matarme o llevarme vivo para cocinarme, no sé. Supongo que optó por matarme cuando la lanza que tenía (extrañamente brillaba y se veía muy futurista para ser madera y piedra) se alzó en el aire y con un grito endemoniado la quiso clavar en mi pecho. Agarré con mi mano la mitad de la lanza, hago unos movimientos que no sabía que podía hacer, con un golpe desarmo al loco, lo derribo con su propia lanza y cae. Ahora yo tengo el control.

-"¡¿Quién eres tú y por qué estás intentando matarme?!"

-"Eres un intruso, debes morir. ¡Todos los intrusos deben morir!"

-"¿Dónde estoy y por qué tienes esa marca en el tobillo? ¡Contesta!" Mientras movía la lanza amenazándolo.

El secuestrador loco estaba furioso pero impotente, bajó la mirada y se quedó estupefacto. Estaba viendo la marca en mi tobillo.

-"¿Señor, es usted...? No lo puedo creer." Me quedé confuso, no sabía qué pasaba. ¿"Señor"? ¿Él me conoce? Se levantó muy confiado, tanto que me espanté y lo amenacé.

-"No entiendo, ¡explícame!"

-"Da'ah Maurí, señor. Ese es su nombre. Lo creíamos muerto... ¿No sabe dónde está? Este es su hogar, nuestro hogar. Hace 20 años la gente de fuera descubrió que existíamos, comenzaron a llegar sus ejércitos e investigadores para poder explotar nuestras tierras y robar nuestra tecnología. Comenzó la guerra, teníamos ventaja por nuestras avanzadas armas y naves autómatas. Pero no nos gusta la guerra, la muerte ni tampoco la ignorancia del hombre de afuera, de nuestros atacantes. El rey decidió activar bajo su propio riesgo Olvit, un protocolo de seguridad y arma enorme para un borrado de memoria masivo de todo lo que está afuera de las orillas de nuestra isla, todo lo vivo olvidará qué pasó los últimos años desde la orilla de nuestra isla hasta la luna. Tomaron 8 años para que el rey tomara esa decisión desesperada. Tú estabas fuera de la isla... Tú eres nuestro comandante supremo, el único por arriba de ti es el rey, Señor."

Estaba confuso, sorprendido y feliz. Dentro de los próximos 30 minutos todo era claro. Recordé todo. Nuestra cultura colonizó la tierra. Mi gente, antepasados y demás hemos estado en esta isla por millones de años. Venimos de otro sector en la galaxia para cuidar éste y colonizarlo. La misión de nuestra raza es colonizar pacíficamente la galaxia y llenarla de vida. Tenemos ejércitos, naves, tecnología sorprendente.

Da'ah Maurí, Comandante Supremo en la Tierra. Suena lindo.

¿Y los zorros? Bueno, ellos son nuestras mascotas, los hemos llevado a todas partes en la galaxia y son más que felices.

Ahora lo séDonde viven las historias. Descúbrelo ahora