Sábado por la mañana, un rayo de luz entra por la ventana, Makoto se despierta alegre, sabía lo que se venía para la noche, se levantó son una gran sonrisa en su rostro, el transcurso del día iba bien, ya se encontraba en la mesa con su familia listo para desayunar, cuando de pronto comenzaron a tocar la puerta, Makoto se dirige a ver quién, para su sorpresa era Kisumi, quien se lanzó a los brazos de Makoto. -Mako-chan!- dijo en tono burlón. -hace tiempo que quería verte- estiró los labios en frente de los de Makoto. -Hola Kisumi- respondió nervioso. -pasa, te serviré el desayuno- en la mesa Makoto estaba inquieto, sabía que deshacerse de Kisumi sería una tarea difícil, más ahora que sus padres estaban encantados con el chico de cabello rosa. -hey Makoto, hoy irás a ver a Haru, ¿verdad?- Makoto quedó paralizado por la pregunta, ¿lo habrá adivinado o nos vio la semana pasada? -eh... sí, ¿cómo sabes eso?- -siempre lo vas a ver, ¿no?- "¿este chico sabe mi itinerario?" Pensó Makoto. -pues, sí, iré hoy, por cierto, ¿hoy me puedo quedar a dormir en su casa?- preguntó el chico de ojos verdes. -claro que puedes- respondió su madre. Makoto sonrió, pero Kisumi sabía que esa visita tenía otras intenciones, después del desayuno Makoto invitó a caminar a Kisumi, y sin pensarlo aceptó. Ya de camino a algún parque Kisumi hizo hablar a Makoto. -¿tú y Haru son amantes?- -¿eh? N... no! ¿Por qué preguntas esas cosas?- -algo supe por ahí- Makoto se sobresaltó -¿que... supiste?- preguntó nervioso. -que estabas con Haru en la piscina el sábado pasado-. Makoto se quedó quieto un rato "¿alguien nos vio?" -pero... eso no quiere decir que seamos amantes, somos amigos, es mi mejor amigo- -ustedes se gustan, admítelo- -no nos gustamos- -si lo hacen- -Kisu!- este último solo soltó una risa burlona. -¿por qué te gusta hacer esto? Sabes que me pones nervioso- -no trato de incomodarte, pero sé que se gustan, así como sé que Sousuke y Rin también tienen sus encuentros- -¿nos estás espiando?- Kisumi negó con la cabeza, llegaron a un banquillo y se sentaron, Makoto se sentía incómodo con tener a Kisumi tan cerca. -Kisu, ¿cómo sabes que estaba con Haru el sábado en la piscina?- -porque los vi entrar a la escuela, paso por ahí después de entrenar- -¿solo eso?- -así es- sonrió, Makoto se alivió, pero aún tenía dudas. -eres malo ¿sabes?- Kisumi guiñó el ojo. -Makoto, ¿vamos a comer? Por favor por favor- -está bien, vamos, hay un local aquí cerca- dijo sonriendo. Después de un buen almuerzo Kisumi se acercó más de lo normal a Makoto, poniéndolo aún más nervioso. -¿qué pasa Makoto? Te estás poniendo rojo- dijo burlándose. -estas muy cerca- Kisumi de un instante a otro lo besa por sorpresa. Hubo un silencio incómodo, ya se estaba haciendo tarde, y Makoto tenía que prepararse para ir a la casa de Haru, pero aún no tenía idea de cómo sacarse de encima al chico rosa, hasta que para su suerte Rin apareció en la escena. El chico tiburón pasó por algo de comer al local en donde se encontraban Makoto y Kisumi y se percató de la presencia de los chicos. -Makoto... Hola Kisu- Rin no se llevaba bien con Kisumi, porque este último trataba de seducir a Sousuke en sus narices. -Hola Rin-chan- dijo Kisumi con malicia. -Rin, necesito pedirte un favor- suplicó Makoto. -¿qué clase de favor?- -necesito que te lleves lejos a Kisumi- -¿por qué debo de hacerlo?- -voy a ir a casa de Haru y no podré si tengo a Kisumi- susurró desesperado. -¿y por qué debo ser yo?- dijo mirando a Kisumi con repudio. -por favor- lo miró con cara de cachorro para poder convencerlo con facilidad. -está bien, pero me debes una Tachibana- Rin se acercó a Kisumi, le dijo un par de palabras y ambos se fueron juntos, Rin a regañadientes. Por fin Makoto tenía tiempo para arreglarse e ir a su encuentro con Haru, corrió a su casa para prepararse, se le estaba haciendo tarde, había perdido mucho tiempo con Kisumi y tenía que recuperarlo rápidamente, cuando se terminó de arreglar, se dio cuenta de que solo faltaban 2 horas para llegar a casa de Haru, y Makoto no quería llegar con las manos vacías, se dirigió a una florería y compró un enorme ramo de rosas rojas, a unas cuantas cuadras del lugar había una tienda especializada en las parejas, ahí compró unos chocolates y un delfín de peluche mediano, faltaba media hora para llegar, se le acababa el tiempo, sabía que si se iba caminando no llegaría a la hora acordada, así que tuvo que llamar un taxi, estaba muy nervioso, ya solo le quedaban 15 minutos, el taxi no llegaba, pensó en irse caminado a final de cuentas pero en cuanto avanzó unos pasos el taxi apareció, ya en camino no dejaba de mirar la hora y el camino, se impacientaba cada vez más. En el caso de Haru la cosa no era muy diferente, tenía la cena lista, la habitación lista, era el ambiente perfecto, pero también estaba intranquilo, faltaban unos minutos y no hay rastro de Makoto, "¿y si no viene?" Pensaba Haru, cuando ya se daba por vencido tocaron a la puerta, la emoción volvió a su rostro, abrió la puerta y ahí se encontraba Makoto, elegante a su modo, con rosas, chocolates y un peluche. -perdón por el retraso, toma, esto es para ti- Makoto le entregó los obsequios avergonzado, Haru como respuesta lo besó tiernamente en la mejilla. -pasa- Makoto al entrar vio la cena, las velas, la música baja y la luz tenue, era perfecto. -Ha... Haru... tú... ¿hiciste esto?- -¿te gusta?- -no... Me encanta- dijo emocionado. Ya estando cenando, a Haru le entró la duda del por qué se había tardado, aunque solo fueron unos minutos, así que se atrevió a preguntar. -amm... Makoto, ¿te pasó algo en el camino? Es que siempre eres muy puntual- -algo así, fue alguien quien me detuvo- Haru al escuchar la palabra "alguien" se puso celoso, pero trataba de controlarlo. -¿alguien?- -sí, llegó a mi casa Kisumi y... - Makoto se detuvo, notó que Haru se puso celoso. -Haru, ¿estás bien?- Nanase solo asintió con la cabeza. Makoto tomó la mano de Haruka y la acarició. -¿qué quería Kisumi?- -en verdad no lo sé, nos topamos con Rin y le pedí que se lo llevara-. El resto de la cena marchó bien, pero Haru seguía celoso, no le gustaba que otra persona se acercara a Makoto, mucho menos Kisumi. Terminaron de cenar, se fueron a la habitación de Haru, pero no lo dejó pasar. -cierra los ojos Makoto- el chico obedeció, Haru lo tomó de la mano y lo adentró a su cuarto. -ábrelos- Makoto se sorprendió gratamente al ver lo precioso que lucía todo, la cama con pétalos de rosa, la luz de la luna iluminando suavemente el lugar, todo lo que había allí le encantaba. Makoto se sentó en la cama, Haru se subió sobre él y comenzó a besar tímidamente los labios de Makoto, este último respondía todos los besos de su mejor amigo, Tachibana empezó a quitarle la ropa a su compañero de una forma sensual, Haru sin camisa sentía los dedos de Makoto deslizándose lentamente por su piel, pequeños gemidos salían de entre sus labios, Tachibana tomó a Haru y lo tumbó en la cama, le quitó los pantalones, le separó las piernas para pasar con delicadeza su lengua por aquellos muslos suaves, Haru a su vez intentaba no gemir, quería ahogar esos excitantes sonidos de placer apretando las sábanas con sus manos pero se le escapaban de igual manera. -Ma... Ahhhh... Nnn... Makoto- -¿qué sucede?- levantó su mirada hacia Haru. -Mmmmm... Te amo... - la habitación quedó en silencio. -¿me amas?- Haru no respondió, pequeñas lágrimas caían por su rostro, estaba avergonzado de su confesión repentina. -Haru... tranquilo- se acercó a Nanase y lo besó. -perdón, no quise decir eso- -¿por qué? Me gustó, yo también te amo- Haru quedó sorprendido, se besaron apasionadamente, Haru desnudó a Makoto con calma al hacerlo observaba su trabajo torso. Ambos se olvidaron del mundo, eran solamente ellos, en la cama iluminada por la luna, se acariciaban mutuamente, Makoto retomó su camino, pero ahora de una forma diferente. -Ponte boca abajo Haru- pidió con amabilidad. -¿qué harás?- preguntó temeroso el ojiazul. -ya verás- respondió Tachibana con un guiño. Makoto tomó a Haru por la cintura para levantarlo, separó sus piernas, rozó las nalgas firmes y redondas de su mejor amigo con sus dedos, separó los glúteos y empezó a lamer la entrada de Haru, haciendo que este se retorciera de placer. -Haaa... Ahhhh... Ssss... - gemía Haru apretando las sábanas. Makoto seguía pasando su lengua por el ano de Nanase, este último incrementó el nivel de sus gemidos, eran más largos, más fuertes y con un nivel de excitación único, se encontraba en el paraíso. Siguieron en esa posición unos minutos más, Haru estaba a punto de acabar, Makoto se dio cuenta de que ese trasero ya estaba totalmente listo para la acción, así que se puso en posición. -ya estás listo- dijo Makoto en un tono sensual. -¿lo crees?- preguntó Haru un tanto nervioso. -cien por ciento- se inclinó hacia el rostro de Haru para besarlo. Haru confío en Makoto, se relajó y respiró hondo, Makoto empezó con un suave roce, su pene acariciaba el ano de Haru, y de un leve empujón comenzó el show. -Haaa... Haaa... - jadeaba Nanase, su interior estaba ardiendo de placer. Makoto al igual que su mejor amigo estaba en llamas, y se lo hacía saber tomando sus caderas con un poco de fuerza, subiendo sus manos por todo el cuerpo de Haru. Se estaba acercando el amanecer y ambos seguían unidos, Haru jadeaba con más intensidad. - Ahhhh.... Ahhhh... Haaaa... Sssss... Haaa...- se mordía los labios y cerraba los ojos, le fascinaba sentir la pelvis de Makoto golpear contra sus nalgas, lo excitaba aún más, mientras que a Makoto lo animaba los gemidos hipnóticos de Haru, el vaivén aumentó, estaban cerca del clímax, Haru se levantó un poco, se sujetaba de la cabecera, Tachibana apretó más fuerte las caderas de Nanase... -Ahhh... Mmmm... Ahhh!- -Sssssss... Uhhhh... Mmmm... Ahhh!!- Makoto acabó dentro de Haru, y Haru también hizo lo suyo, retomaron el aliento sin separarse, ya recuperados se tumbaron en la cama, Haru se acurrucó en el pecho de Makoto, y este encantado con momento abrazó a Nanase regalándole una sonrisa tierna. -entonces... ¿también me amas?- preguntó Haru. -como no hacerlo si eres adorable- -no lo soy- -para mí lo eres, eres el mejor amigo que podría tener- -¿mejor amigo?- -sí, pero para el resto, ¿quieres ser mi novio?- Haru congelado por la inesperada pregunta se quedó en silencio. -¿qué sucede? ¿No quieres?- -yo... claro que quiero ser tu novio y más me gusta que sea en secreto- respondió y selló su palabra con beso. La luz de día ya penetraba por la ventana, los amantes seguían durmiendo juntos, abrazados, Makoto con una sonrisa que nadie podría borrar de su rostro, Haru aferrado a su novio, ahora el sol era testigo del descanso, la luna fue testigo del amor y el agua fue testigo de la primera vez en que Makoto y Haru juntaron sus cuerpos.
