Era enero, del 2000, no recuerdo que día, tenía cuatro años.
Mamá me dijo que iríamos de viaje a la capital para estar en la boda de su hermano con una mujer que, para nuestra familia, era un enigma.
Empaqué mi ropa y mi papá me ayudó a empacar más cosas.Unas semanas después salimos de la casa asia el aeropuerto. Era enorme y habían cientos de personas, algunas hablaban en otros idiomas, otras estaban vestidas muy extraño.
Escuchamos la voz de una mujer que indicaba que teníamos que abordar el avión. Tomé a mamá y a papá de la mano y pasamos por un pequeño pasillo, dijo papá que era para llegar a la entrada del avión.
Cuando me senté en mi lugar de lado de la ventanilla vi que había una gran pista llena de aviones con varias letras enormes, y de distintos colores.
Mamá me puso el cinturón y luego sentí nervios cuando sentí que el avión despegaba.
Me quedé dormido.