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1. El listón azul.

—Listo.

La chica de cabello color miel admiro los últimos detalles de su nueva vestimenta, ella trabajó toda la noche en hacer su nueva ropa después de haber perdido su primer Pokémon Showcase, ella acomodo su ahora corto cabello, viento el vestido de color rosa, el nuevo sombrero y el chaleco largo rojo. Serena frunció los labios, sintiendo que algo faltaba para que su vestimenta estuviera completa.

Ella reviso su mochila para ver si encontraba algo, en la caja donde guardaba sus materiales tenía todo tipo de decoración, hasta que encontró una caja de color amarillo decorado con una cinta roja; Serena recordaba perfectamente el contenido de la caja, causándole una sonrisa. Al abrir la caja vio el bonito listón azul que Ash le regalo el día anterior al concurso, esa fue su forma de agradecerle por ayudarlo a encontrar el regalo perfecto para sus Pokémon. Serena nunca se imaginó ese gesto por parte del azabache, eso solo habría pasado en sus mejores sueños.

Al salir de su burbuja procedió a cambiarse de ropa, y antes de ponerse el chaleco, Serena tomo la cinta e hizo un nudo para que el listón quedara sobre su pecho, ella sonrió admirando como quedo en su ropa. Recordando que todos la estaban esperando.

†

Ash se puso su mochila, viendo que todos estaban listos, pero se dio cuenta de que faltaba algo, o alguien.

—¿Dónde está Serena? —preguntó.

Clemont y Bonnie se miraron, preguntándose lo mismo con el semblante. Segundos después ellos escucharon a alguien caminar hacia ellos, haciéndolos observarla; se trataba de Serena, pero ellos se sorprendieron al ver que ahora se veía muy diferente, empezando por su cabello corto.

Ella sonrió al ver sus reacciones.

—¿Cómo me veo? —interrogó poniéndose el sombrero.

—A mí me gustaba tu pelo largo —dijo Bonnie haciendo un puchero.

—Te vez bien, Serena —respondió Ash, notando el lazo que estaba en su pecho—. ¿Ese listón...?

—Sí, fue el que me regalaste el otro día. —Contestó algo sonrojada.

—¡Qué bueno que lo hayas usado! Te queda bien.

Serena soltó una risita, dirigiéndose a la puerta, ella animo a sus compañeros mientras salía corriendo, siendo seguida por sus amigos. Desde ese día las cosas serían diferentes para ella.