Azul, verde, amarillo y rosa. Luces fluorescentes y música electrónica inundaban el lugar, junto con el aroma a cigarrillo y el sudor de los cuerpos calientes de los jóvenes estudiantes universitarios pegados unos con otros, envueltos en su propia atmósfera llena de euforia y frenesí ,danzando al compás de la melodía sin sentido pero tan aclamada del nuevo DJ.
Eren se encontraba algo apartado del tan caótico lugar, sentado en la barra de tragos y hablando con su ya desmayado amigo Armin. Con él y con su conjunto usual de una polera verde agua y unos pantalones jeans café holgados. Suspiró, Definitivamente esa noche no conseguiría follar ni con un vejete de treinta y tantos años aunque se lo rogara de rodillas. Joder, hasta él sabía que se veía como un asco.
_ Él es un estúpido, Armin, ¿Crees que si quiera me dejó explicarle? ¡Por supuesto que no! ¡Al parecer el rumor que la perra de la vecina oyó vale más que la palabra de su propio hijo!-
Tomó otro gran trago de Vodka y gruñó ante el ardor de su garganta. No estaba acostumbrado a tomar alcohol y las siete rondas que llevaba empezaron a hacer estragos en su mente, mostrándose en su inusual lenguaje vulgar. Todo a causa de la discusión que tuvo en la mañana con su progenitor.
Su monólogo siguió.
_ El muy maldito además de decirme marica chupa pollas de mierda me tachó de bastardo. Que no era su hijo y que de seguro mi madre lo había engañado con otro mientras él se sacaba una mierda en su tan "arduo" trabajo del hospital. Ese maldito hipócrita era quien se metía con la primera que le movía las pestañas. ¡Seré maricón, pero él es un Gádido Hijo de Puta! ¿¡Y crees que se conformó con eso?! ¡A no, también tenía que echarme de su casa como muy desgraciado ese! ¿¡Dejar a su "maricón" hijo de solo diecisiete años botado en la calle?! El muy... ¡Agh! , seré estúpido...-
Sacudió su cabeza se revolvió el cabello mientras las náuseas inundaban su ser. Pensó en las posibilidades de poder salvarse de esta y volver a la casa de su padre implorándole por un perdón y generando cualquier mentira para cubrir sus gustos sexuales que no le incumbían, y soportar un año más en sus brazos antes de poder largarse a la mayoría de edad. Pero no, había un problema.
_Armin...mi padre se fue de Alemania hace ya horas atrás...joder...si solo... ¡si solo lo hubiera escondido un año más...!-
Gimió con impotencia y se dejó caer en el mesón. Estaba sin casa, sin ropa, sin dinero y sin comida. Lo único que le quedaba ser la escuela en la cual gracias a Dios tenía una beca que duraría hasta el próximo año. Podría pedirle a Armin Asilo, pero su joven amigo entraría a la universidad de Rusia en unos días más, y no quería impedirle cumplir su sueño de ser biólogo Marino. Precisamente estaban ahí bajo esa excusa. Una celebración-despedida para su amigo Armin. Los demás del grupo se perdían entre la multitud celebraban bajo los estragos de las bebidas ofrecidas en el lugar.
Nadie era la suficiente cercano como para pedirle alojamiento por un año, o tal vez más, con el como invitado. Sabiendo que el único talento que tenía el Jeager eran los estudios. Su inteligencia era lo único que le quedaría de la destrozada imagen de su ya muerto Padre.
Porque para él, en el momento en que lo rechazó como hijo, murió frente a sus ojos, poco a poco hasta no ser más que un montón de cenizas esparcidas en el suelo de la sala de estar.
Su vida valía una mierda.
_ Hey, castaño, esto es de la Casa.-
Un hombre que reconoció como el mesero le acercó un Scotch Cooler adornado con un par de fresas alrededor. Lo miró con el ceño fruncido, pidiendo una explicación. Este se encogió de hombros y señalo a una silueta del otro lado del bar.
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SilverMurder
RomanceEren Jeager, diecisiete años. Abandonado ese día por su padre a causa de su sexualidad termina yendo un Pub junto con sus amigos a olvidarse de ese fatídico día. Con el alcohol circulando su sangre, recibe la bebida de un misterioso hombre con clara...