Alzando el vuelo ~soon😼.

Capítulo 6

Rina

Me hago escuchar dejando escapar un gran suspiro, ya no estoy tratado de asesinar a la rubia con la mirada.

Pienso que es más interesante concentrarme en la comida, así que eso hago.

Mi plan surtió efectos, algunos colaterales como Adam y los comentarios de Luna.

Pero no me pienso quedar de brazos cruzados luego que la capitana no negará que Kara es su favorita.

Me duele más ese hecho que el no poder ser capitana el año que viene.

Así que decidí calmarme y si se me presentaba alguna oportunidad para quedar bien, bienvenida sea.

No pensé que Adam se comportaría protector conmigo justo ahora, después de tanto tiempo.

Cuando la rubia menos se lo espere, le hundiré un cuchillo tan profundamente.

Adam me recordó que el sábado tendría mi oportunidad. Le asentí en gratitud.

Cuando deslumbró a Damián y Kyle saliendo de una las mesas de atrás, acercándose a la nuestra del lado de la Capitana.

Le hago a señas a Shimizu y artículo
''actúa normal''

Ella discretamente ve a los chicos acercándose y le da un codazo a la Capitana para que deje la comida.

Ella se pone nerviosa, es graciosa verla así.

Adam al contrario tiene la cabeza agachada, queriendo evitar la escena.

—Hola, Kat ¿como has estado? —se hace escuchar en toda la mesa.

¿Que es esto?
¿Está tratando de marcar territorio?

La mayoría siguen como si nada, bueno las de primera no lo conocen.

Noto que Luna esta mucho más interesada en su plato, prácticamente lo está limpiando.

Kyle esta raramente escondido atrás de Damián. Mirando la cabeza de la rubia.

—Bien, todo ha estado genial

—Pensé que algo había pasado, con tu celular, no me has contestado —comenta tranquilamente.

Ser sarcástica cansa, así que no intervengo. Estoy esperando que se den cuenta de mi.

—Se descompuso, tendré que conseguir uno nuevo.

No me resisto más, me levanto de mi asiento y le grito a Kyle.

—¡Serás estúpido! El primer verano que no pasas en Alemania y aun así no te vi.

El al fin lleva su mirada hacia mi y se muestra estupefacto.

Corro hacia el y me abalanzó rodeando su cadera con mis piernas.

El me hace dar vueltas, suelto una carcajada.

—Hey, Club de Voleibol, bajen el volumen —me grita la tía de Shimizu.