Ingenua? No, quizás un poco tonta por dejarme enredar en esos ojos grises de mirada fría y penetrante que me erizaba cada centímetro de mi piel .
Una fatídica noche en la que yo me encontraba sola en aquel bar de moda rodeada de mucho lujo y lujuria lo vi...
Nos miramos con deseo como si no existiera un mañana y sentí como mis glúteos se apretaban hasta sentir un escalofrío por mi sexo que me recorría toda la espalda entrando en un estado de éxtasis desenfrenado, en ese momento supe que lo quería en mi cama pero jamás hasta el extremo al que llegué.
ESTÁS LEYENDO
La sumisa del señor Grey
Romancesi la vida del señor Grey y la señora style hos a fascinado aquí dejo este libro sobre leyla.