Ya era la hora en la se despertaba, pues sus ocho horas para dormir ya habían acabado. Se removió en su lugar y quiso volver a dormir, pues el lugar oscuro le ocasionaba aún sueño. Odiaba la luz del sol al despertar, porque lastimaba sus ojos, por eso siempre mantenía las cortinas cerradas y mantenía la oscuridad con ella, no como en los libros que leía, en los que siempre despertaban por los rayos del sol.
Cuando se encontró en una posición cómoda, intentó dormir un poco más, pero unos escalofríos pasar por todo su cuerpo le hizo aferrarse más a las cobijas. Sintió un gran frío apoderarse de ella, por lo que cerró sus ojos con fuerza mientras hacía unos sonidos de queja. Comenzó a sentirse incómoda, pues parecía que alguien la estaba observando fijamente. Con el ceño fruncido, abrió sus ojos poco a poco hasta ver el techo blanco, después se levantó para sentarse y estirar su cuerpo.
—Por fin te levantas —dijo una voz masculina con molestia a un costado suyo—. Falta poco para que sean la una de la tarde, enana —_____ dejó de estirarse y se dejó caer de nuevo a la cama.
—Es muy temprano aún... —se quejó abrazando una almohada, lista para volver a dormir.
Pero, recordó que ella vivía sola, y había cerrado con llave antes de dormir...
Abrió sus ojos y se levantó de golpe, observando donde había escuchado la voz anteriormente, encontrándose con una silueta a su lado. Salió de su cama como un rayo y encendió el interruptor para observar al intruso.
—Buenos días —dijo con sarcasmo el chico rubio, mientras mostraba una leve sonrisa sin dejar de verla con sus ojos color negros. Recordó que era el mismo de la noche anterior, y con rapidez tomó lo primero que encontró su mano.
—¡¿Cómo entraste?! —exclamó muy alterada y asustada, alzando sobre su cabeza el pikachu que se le fue regalado en su cumple años—. ¡Voy a llamar a la policía!
—Shhh, no grites tanto —se quejó mientras llevaba sus manos a sus oídos y enderezándose en su mismo lugar. Esperó unos segundos para que la chica dejara de gritar y retiró sus manos a sus costados—. Ok, tranquila--
—¡¿Cómo supiste dónde vivía?! —le interrumpió. Reflexionó ante la escena anterior y quedó muda unos segundos antes de sonrojarse notoriamente—. ¡¿Por qué estás en mi habitación?! ¡¿Qué me hiciste?! —cuestionó antes de observarse a sí misma y confirmar que aún seguía en pijama.
—¡No te hice nada! ¡Ya deja de estar gritando! —se comenzó a acercar a ella, por lo que la chica se alejó hasta quedar en la pared.
—¡No te acerques! —e instintivamente, lanzó ese peluche amarillo de su mano, para golpear a su agresor, o eso se suponía, porque en vez de golpearlo o si quiera tocarlo, le atravesó como si nada.
Ambos se quedaron mudos por la escena anterior. La chica sintió de nuevo esos escalofríos y el frío recorrer su piel, antes de salir corriendo a la salida y con unos gritos de horror. El rubio también salió corriendo de la habitación, comenzando a seguir a la chica, solo que en vez de pasar por la puerta, atravesó la pared y de paso, todas las cosas que estaban frente a él. Justo cuando la chica iba a abrir la puerta de salida con su llave, el chico se apareció frente a ella, haciendo que la chica se sobresaltara y alejara de él.
—¡Ahhh! ¡No te me acerques espíritu del mal! —gritó, arrepintiéndose de no haber tomado la Cruz que su mamá le había dado antes de cambiarse de hogar, pues quizás con ella desaparecía esa cosa frente suyo.
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Hubiera Muerto, Pero Te Conocí [BillCipherxLectora]
Fanfiction«-Gracias por verme esa noche. -Gracias por hacer que pensara que eras un maldito violador. El rubio sonrió, riendo levemente-. нυвιera мυerтo, pero тe conocí -y así, entrelazaron sus manos, para unirse a otro dulce beso.»