Al tiempo

16 0 0
                                    

Seguían pasando los días y yo solo tenia la idea de su nombre y nada más, sabía que era paula, pero no sabía sus hobys, su color favorito, que música escuchaba, pero tenía ganas de saberlo.
Pasaban y pasaban los días y ella no sabía que yo existía, tenía ganas de hablarle,pero como hacerlo si desde el primer momento me pareció hermosa, me ganaba la vergüenza y el miedo al rechazo, que diría pensaba yo, me rechazara, me odiara, le caeré mal, pero ninguna de esas le ganaba a la duda más grande que tenía..."¿sabrá que existo?".
Un día estuve jugando cerca de su salón y ella estaba fuera, yo decía a mis amigos "miren ella se llama Paula" a lo que ella le dijo a los suyos "si, y el se llama Javier", en ese momento descubrí que sabía de mi existencia, pues claro yo era un lunático que gritaba su nombre de ves en cuando.

Como Todo ComenzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora