Cap. I *Panes y Silencios*

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 El pequeño John Cerellí un niño de estatura media, cabello castaño y ojos azules, bajaba sus pantalones para orinar, con una hogaza de pan en la mano dando pequeños mordiscos ante un risco que a sus pies dejaba a la vista un tranquilo riachuelo, se balanceaba sobre sus pies jugando al borde de aquel desnivel, las gotas de orina salpicaban en la orilla del agua que se encontraba tan serena como una pintura, de pronto al perder el equilibrio por un ruido desconocido John cayo por el risco, abrió los ojos después de sentir la brisa sobre su cara antes de sentir como golpeaba su cuerpo entre las piedras y plantas hasta llegar a orillas del agua. Ante sus ojos mientras frotaba su cabeza por el golpe se encontraba un muchachito con cabello dorado, ojos verdes y de altura considerable, en su mano una hogaza de pan muy familiar, su hogaza de pan, el sonriente niño quien todavía era un desconocido le daba mordidas terminándolo casi por completo en cuestión de segundos, la cara de duda del pequeño Cerellí ante este niño y lo que estaba haciendo en tal lugar, para John era solo conocido por él, el lugar de escape para liberar pensamientos raros e impuros que tenía en raras ocasiones, en su mente divagaban pensamientos sobre el aspecto de aquel chico – Es guapo, bueno para las mujeres ya que a ellas le puede llegar a gustar su lindo cabello... ¿Verdad?-. Remarco antes de seguir pensando en aquel muchachito también recorrió en su mente el porqué lo miraba tan sonriente -Acabo de caer metros y solo sonríe, será maldito y como colmo ¡Se come mi pan, quien se cree este sujeto!-. Pensó mientras se levantaba del suelo y frotaba sus piernas sin apartar la vista de aquel desconocido.

-Me llamo Pegasus Lore, puedes llamarme Pega todos lo hacen.- John se congelo en su lugar, su mirada perdida en los ojos de su ladrón de hogazas, unos segundos después reacciono formulando una respuesta tan normal como su miedo y curiosidad lo permitían.

-Eh... Soy Son Cere...Rellí y... Y es un placer.- Las confusas palabras de presentación del joven eran causa de unas carcajadas de descontrol para el rubio terminando la hogaza de pan robada. –So...Soy John Cerellí es un placer conocerte, y ¿Qué haces aquí...? ¡Este, este es mi lugar! –Aclaro su confuso balbuceo y con una voz aguda e infantil trato de aparentar superioridad.

-¡Jajajaja! Un gusto conocerte niño, y bueno ahora estoy comiendo un pedazo de pan, acaso no lo vez je je je... Oye no es por molestarte, sabes que cada quien es dueño de hacer lo que quiera, pero puedes guardar tu pene o es una rara forma de decir que te muestre el mío... ¿Así? ¿Sin conocernos?- El muchachito Lore evitaba las miradas a la entrepierna del niño, el que mostrando todo y con sus pantalones manchados de pequeñas marcas de orina. La cara del pequeño John solo alentaba más a las morbosas carcajadas del joven Pegasus.

-¿Qué... Qué?- El niño castaño escondía sus bondades en los pantalones sujetando este con un lazo que envolvía su angosta cintura, la cara de pena lo fue progresando mientras el pequeño emprendía un modesto nudo en su cintura, del otro lado unos ojos verdes atentos a los movimientos de sus manos por unos segundos después de perder el interés volteando a ver el agua una vez más serena como era de costumbre.

-"Son" no te sonrojes tanto... Solo me mostraste un tiempo el pene... No es la gran cosa... Algún día te devolveré el favor, pero ahora no tengo ganas de amarrar mi pantalón después de hacerlo... - La cara despreocupada del joven cabellos dorados apuntaba a todos los alrededores deteniéndose en pocos momentos y por escasos instantes en John, por otra parte el castaño daba pequeños pasos buscando escape después de oír lo que Pegasus era capaz de hacer, si no fuera así de flojo. Sin ningún fruto al buscar una salida término de dar pasos hacia atrás, el risco de donde cayó y el arroyo no le permitían escapar sin tener que pasar cerca del niño rubio que estaba a metros de él.

-No... ¡No me estoy sonrojando! Eso es para niñas, yo soy un hombre... ¡Hombre! – El enojo disfrazo por unos instantes el pánico del castaño, mirando con una cara de calma plena el rubio sonreía mostrando sus dientes bastante relucientes. John camino con paso firme a su lado y trato de salir de ese lugar siguiendo unos metros siguiendo el arroyo donde el risco perdía altura.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2016 ⏰

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*Caballeros con temple de piedra* -Gay-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora