Capítulo I

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Corras o no, te alcanzará, cubriendo tu corazón con piedras de frialdad y canciones suicidas no ganarás que se aleje, al tanto del tiempo estará allí, esperando una oportunidad para desordenar tu vida, de la mejor o peor manera. Te conocerá mas a fondo y sus gustos serán tus gustos, sus actitudes serán antónimas a las tuyas y serán complemento, lo tomarás por amigo, por un loco sin remedio, que sólo tiene para ofrecer una sonrisa. Ganarás minutos de confianza y le contaras cosas que te pasan, contarás con él y él contará contigo siempre. Las noches no serán las mismas pues te pensará minuto a minuto, llevará una flecha de goma, intentando atravesar tu corazón, tan blanda e indefensa como lo es tu conciencia. Mantendrá callado por un buen tiempo sus sentimientos, gritará entre sábanas cuanto le encantas, soñará con rosas, boda y un traje elegante. En marzo te dará calor frotando tu alma, cantará sin saberlo hacer, en tu oído llevará un lindo mensaje mediante fuentes cardíacas, lanzará por la ventana un pequeño chocolate, detendrá el tiempo por dos segundos para exponer su situación con una fuerte exclamación, en la última semana del año tomará tu mano y te enseñará que no todo es lágrima, un principio de año será el mejor lapso de tiempo para demostrarte que todo esto no es un juego, en las noches cortas de febrero te invitará a hacer música en la sala de su casa, te sacudirá el corazón meterte en su mente que es, en resumen, un poco trastornada y vieja en recuerdos y sueños. Te salvará la lluvia de aquel efecto colateral que propina una mirada llena de palabras. Garantizo que él será el claro ejemplo del chico de la película, ese mismo que daba todo por su amada. Caminará por donde vayan tus pequeñas pisadas, con paso ligero te buscará para contarte la última noticia y tomar la ruta de 6:00 am, contará los segundos para subir y dejar claro en un beso en tu hombro que te ama sin una duda. Al cabo de minutos sentirá una necesidad de alto riesgo, controlar sus emociones es difícil, pero presume que absteniéndose hará mayor cosa que haciéndolo. Se levantará y hará el altar de madrugada, pondrá tu vida en las manos de Dios, él no podrá bajarte la luna y físicamente seria imposible, metafóricamente le alcanzaría la mente para hacerse a la idea de que basta doblar sus rodillas y pedirle ayuda a Dios, conseguiría mil recetas, nombres, medicinas, Ciencias y el periódico del día, algo que lo lleve a darte lo que mejor convenga. Será un niño con un regalo nuevo sin querer soltarlo, enfrascado en anhelos y retos, él no sabe cantar, pero pondrá empeño en sí para hacerlo, él no sabe escribir pero intentará anotar fechas importantes y una hoja en blanco para una próxima, él continuará esperando una oportunidad, mientras en su mente se repite una y otra vez las siglas de tu nombre...

Si Enamorarte No Puedo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora