holy ground-nick jonas

volviendo a mi "casa"

He llegado a lo que es mi antigua casa. Creo tenia 7 años cuando me fui de aquí y aun no comprendo porque tenemos una casa tan grande si somos una familia tan pequeña, lo que me alegra es que la única persona que no piensa que soy anormal estará viviendo con nosotros.

Al bajar de auto puedo notar el gran jardín que tiene la casa, me quedo entretenida con las diversas flores que marcan el camino a la entrada a la casa cuando un perrito color café se acerca a mi.

Entonces me recuerda a mis amigos caninos. Empiezo a jugar con el perro cuando llega un chico, es como dos años mayor que yo, tiene una mirada muy linda pero se nota que esta un poco molesto:

-que te pasa porque tocas a mi perro!??-no puedo evitar exaltarme ante su grito, esa es otra de las cosas que no me gustan. los gritos, enserio odio que me griten.

-yo solo lo estaba acariciando-no pude evitar encojerme ya que me intimidaba su mirada.

-de seguro eres una de esas fans que solo me esta siguiendo verdad- fan?? de que esta hablando este chico, aunque pensándolo bien se me hace un poco conocido, si tan solo no fuera tan distraída sabría quien es el.

-no, yo soy...-y no me dejo terminar la frase.

-sabes que déjalo, solo aléjate de mi- y se fue dejándome un poco confundida.

Al entrar a la casa puedo notar lo grande que es y esta en perfecto orden todo, en eso veo a la única persona que me entiende en este mundo, mi abuelo, siempre con su sonrisa y su alegre mirada.

-hola charlie, que tal el viaje- se acerco a mi con mucha delicadeza y estrechando sus brazos hacia mi.

Yo lo pensé un momento pero accedí a darle un abraso, ya que ese es otro de mis traumas, no se es como si invadieran mi territorio y no me gusta.

-muy bien abuelo- le dije separándome lo mas rápido que pude.

-  me alegro que estés bien y que vallas a vivir aquí- me dijo el y la verdad es que es la única cosa buena que encuentro de estar aquí, pasar tiempo con el.

-gracias abuelo también me alegro de estar contigo de vuelta-le dije sinceramente.

-que tal si en lo que me cuentas lo que has hecho en estos años subimos a tu habitación para mostraste una sorpresa- y así lo hicimos fuimos subiendo las escaleras en lo que yo le platicaba todo lo que había hecho en mi vida.

Nos paramos frente a una puerta que tenia mi nombre grabado con la caligrafía mas perfecta que había visto.

-lista?-me pregunta con entusiasmo yo solo me limite a sonreír y asentir.

Al abrir la puerta me encuentro con una habitación de paredes en tono morado, una cama con sabanas color rosa que combinaban con todas las demás cosas. Mi abuelo me conocía tan bien que también puso un enorme librero en una de las paredes con cientos de libros de todos los géneros, también había una gran ventana con un balcón que daba hacia el patio.Pero lo que mas me gusto fue el hermoso piano que estaba en la habitación.

- gracias - le dije con una enorme sonrisa.

- de nada mi niña sabes que me puedes pedir lo que sea, te dejo para que organices tus cosa- me dio un apretón en el hombro y salio de la habitación cerrando la puerta tras de el.