Capitulo 4

499 27 5
                                    

Con... ¿él?
Me desperté y sentí como si hubiera dormido una eternidad, estaba en la comodidad de mi cama. Abrí un poco los ojos y había demasiada luz así que los cerré de nuevo con una mueca y dolor de cabeza.
Sentí que alguien estaba a mi lado.
-¿Cómo te sientes, muñeca? -Preguntó Mila.
-Bien, estoy bien. Tuve un sueño rarísimo. -reí al recordarlo y de pronto abrí los ojos para contar mi sueño. Al abrir mis ojos, me encontré con un gran grupo. Todos me miraban preocupados y supe que no había sido un sueño... Fue real-. ¡No, no, no! -mis ojos se llenaron de lágrimas-. ¿No fue un sueño? -Pregunté con miedo, mucho, mucho miedo.
Todos me respondieron negando con la cabeza y con un gesto de lástima. Empecé a llorar pensando en lo sucedido, pensando en Brad, pensando en lo que hicimos.
-Sabía que era un mal juego. ¿Lo habían planeado? ¿Se habían puesto de acuerdo? -dije con rencor y aun llorando.
-No, nena, no sabíamos que mandarían a Brad. No fue nuestra intención, lo sabes. Todas nos pusimos de acuerdo al mandarte a ti. Tú también estuviste de acuerdo -Dijo Nia, una de las amigas de Brad cogiéndome el cabello.
-¿Dónde está Brad?
-Está con James, Connor y Tristan. También está impactado. -respondió Kieran, su amigo.
-¿Por qué mandaron a Brad, Kieran?
-No sabíamos a quién mandar, así que todos pensamos en el dueño de la casa. Por tal razón no nos demoramos en la elección. No pensamos en nada ____, lo siento. -dijo con sinceridad.
-¿Qué hora es? -pregunté sin ánimos.
-Las 6:30 pm. -respondió Kaitlyn a mi lado cogiendo mi mano.
-Bueno... Creo que ya es hora de que nos vayamos todos. -dijo Zoe resoplando.
Todos se despidieron de mí y me desearon suerte. Kaitlyn se quedó al final. Me abrazó muy fuerte y me derrumbé en sus brazos y aún con dolor de cabeza.
-¿Por qué a mí? -dije llorando mientras ella me abrazaba-. Gracias por estar aquí -le dije sonriendo después de que el llanto cesara un poco pero aún con lágrimas en mi rostro.
-No te preocupes, para eso estoy.
-Muchas gracias, Kaitlyn. Lo único que me hace feliz ahora es tenerte a ti.
Sonrió y se quedó callada pensando en algo mientras su mirada se quedó congelada en mi muñeco café que estaba sobre una silla.
-¿Qué tal? -preguntó interesada después de salir de su trance.
-¿Qué tal qué? -la miré extrañada.
-¿Qué tal el polvo? ¿Te gustó? -dijo riendo.
-¡Kaitlyn! -reí-. ¿Qué? ¿Qué te pasa? A ver, fue mi primera vez, fue ebria y fue con Brad -dije recordando y haciendo muy mala cara y con ganas de llorar de impotencia de nuevo. Le había dado a ese cretino lo más importante, lo que no se le entrega a cualquiera, lo había hecho ebria. No era más que una estúpida.
-Amiga, tienes mucho para hablar con él -se quedó pensativa y volvió a su extraño trance pero reaccionó levantándose rápidamente de la cama en la que me encontraba y dejándome caer fuertemente-. Cuídate mucho ¿sí?
-Vale.
Todos se empezaron a ir y la rabia e impotencia ardían en mí como un caldero, quería destruir todo, quería destruir a Brad, no quería verlo nunca más. Lo odiaba aún más y toda la semana tendríamos que estar solos porque nuestros papás acababan de emprender su viaje.

Mi Hermanastro (Bradley Simpson Y Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora