Cuentos de un Amor Casi Perfecto

Mentiras bañadas en miel...

Hola Estrella, se que tengo mucho tiempo sin hablarte. Últimamente las cosas están intensas...  Es Mi deber contarte que la felicidad es efímera, dura segundos en tus manos y se desvanece por los aires. Y como todo en la vida, El Lobo duro poco. Una parte de mi lo veía venir, y la otra se aferro a la idea de remontar un lazo que había cambiado de color. Por mas que lo intente, voy a estar ligada a su presencia de por vida. Resulta que las Lunas no servimos para romper promesas, solo para cumplirlas, y cumplirlas hasta el final.

No puedo evitar mirar en esos ojos pardos, y sentir que la culpa era mía. Sentir que lo estaba forzando a visitarme, a hablarme, tocarme, a estar... Sigo echándome la culpa. No puedo dejar de pensar en cuanto lo quise y en cuanto aun lo quiero. No importa cuanto tiempo pase entre nosotros, nuestra conexión va mas allá de todo lo tangible en esta tierra.

Estrellita, alguna vez sentiste este tipo de conexión con alguien? Porque podría jurar que con solo su presencia mi cuerpo se estremece, y se siente completo a la vez. Me siento encantada por cada palabra que sale de su boca, es como una especie de hechizo adormecedor, pero no eran mas que mentiras bañadas en miel. 

Tengo que aceptar que ya no puedo luchar por alguien que no hace ese esfuerzo por mi, porque de ser así, esta historia seria distinta... seguramente no tendría fin.  Las segundas oportunidades no existen para aquellos que no les interesa estar. Es simple como eso, es desear, querer, anhelar... nace desde tus entrañas. No quita que yo no este esperando, noche tras noche a que te asomes por ese puente, que une ambas realidades, y te decidas por mi... pero hasta entonces quiero que te vayas. No juegues a engañarme así, porque no lo merezco.