Capitulo ☆5☆

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Narrador omniciente

Yuri: Ryuya.- le nombró, después de haber vuelto todos del set.

Hyuga: que pasa?- le contestó dándole la espalda a punto de irse a descansar.

Yuri: Quieres tomar un poco de té antes de dormir? Quiero hablar contigo...- le dijo dandole una sonrisa.

El se dio la vuelta para mirarla, y lo aceptó, se encaminaron los cuatro al dormitorio de ella después de haber cenado. Los pequeños no decían nada se mantenían en silencio siendo agarrados de la mano por Yuri, Hyuga los miraba por detrás siguiendola. Se notaba que estaba nervioso.

Yuri abrió la puerta y le dijo que pasará y que se acomodara en los sillones a gusto, le dejo un buen rato sólo ya que ella se fue con los niños a su dormitorio para acostarlo, ya terminado de acomodarlos se fue a la cocina -/ una pequeña que incluía con todo lo necesario/- y preparo un poco de té.

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Yuri: perdon por la espera...-dijo entrando al salón y dejando la bandeja en la pequeña mesa y sentándose a lado de el

-dijo entrando al salón y dejando la bandeja en la pequeña mesa y sentándose a lado de el

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Hyuga: descuida- le dijo alzando una taza.

Ella igual hizo la misma acción, se quedaron un rato en silencio, él de vez en cuando la miraba de reojo. En eso alguien toca la puerta, ella se levantó y abrió la puerta.

Ringo: Yuri-chan~~ buenas noches...- la saludo muy contento.

Yuri: hola... adelante pasa...- le recibio con una sonrisa y cortesmente

Cuando Ringo paso, se sorprendió de que Hyuga igual estuviera ahí, Yuri les explico que quería hablar con ellos de algo importante.

Ambos se sentaron, Ringo se sentó a lado de Hyuga y Yuri al otro extremos del sillón curveado. Estuvieron en silencio disfruntando del té.
Hasta que Yuri habló, tomó un último sorbo y les miró sería, cosa que a los dos invitados se mirarán confundidos y extrañados ante tal seriedad de su amiga...

Cada palabra, cada oración articulada por ella, hacia que los ojos de los dos abrieran en grande, acompañados de sorpresa y temor por lo que les decía.
El autor de esto sólo tenía la cabeza baja tapando así sus ojos con su flequillo del cabello.

Ya terminada su confesión, los otros no decían nada, tenían la mirada en el suelo. No sabían que decir, no tenían las palabras, sentían un nudo en la garganta.

The Empress of The Music... (Uta No Prince-sama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora