Maleina

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A noche, soñé que volaba, tan alto que podía ver las luces de la ciudad entera, tan alto que me perdí y nadie podía ayudarme porque nadie escuchaba mis gritos, solo fue un sueño.
Desperté, aun llovía.

Me había pasado la noche estudiando, si no entras a la universidad, no eres nadie... Eso dicen todos, y dentro de mis planes no se encuentra ser rechazada por la universidad.
Solo espero que me den la beca, no hay nada que desee mas que eso,no quiero quedarme en este país solo viendo como todo se cae a pedazos.
La monotonía de las ciudad sigue siendo la misma de ayer, ha llovido... No entiendo, es primavera.
Lo analizo una y otra vez, ¿Que debería hacer de mi vida? ¿Que debería estudiar?
Las cosas en casa se han puesto difíciles, mi padre dice que pronto conseguirá un empleo...lo dudo, cada día se vuelve mas irritable, mi madre dice que deberíamos ser mas comprensivas, no es fácil tener a su cargo una familia, pero se que hay momentos en los que ella también lo odia, todas deseamos que pronto tenga un empleo.

Trate de ser muy silenciosa, no quería despertar a nadie en casa, mucho menos a mi padre, ya bastante tenia con la discusión de la noche anterior.
Bebí el café lo mas rápido que pude, comencé a sentirme mas despierta pero a pesar de eso una parte de mi cabeza me dolía.

"Queremos justicia" eso dice en la pared del subterráneo, no estoy muy segura de que pintando las paredes se logre obtener algo.
A veces me pongo a pensar que hubiera sido de mi vida de haberme dedicado a la gimnasia, si hubiese ido a esa competencia y me hubieran reclutado, siempre fui buena pero mi padre no siempre tuvo para pagar un leotardo o la inscripción a una copa, Ari, mi vecina... Ella si fue a esa competencia, hoy, esta a muy poco de ir a las olimpiadas.
Me alegro por ella.

***

Después de salir del subterráneo, Malena camino hasta la escuela, se podía percibir un olor a humedad en el ambiente, había llovido toda la noche, la gente trataba de no pisar los charcos y huía de las orillas de las aceras, por si algún loco malhumorado con auto pretendía mojarlos.

Estaba obscuro aún, pero prefería caminar, las monedas que se ahorraría irían directo al regalo de cumpleaños para su hermana, después de todo era tan solo en unos días.
El portón de la escuela no abría aún, pero como siempre ya había personas que como Malena llegaban muy temprano. Todos comenzaron a entrar, mostrando su credencial, hablando entre si.

Malena se dirigió al salón donde seria su primer clase, se sentó en cuanto entro y apoyo su cabeza en la fría y dura paleta de su banca, cerro los ojos y se dijo así misma que solo serían unos minutos, mientras llegaban su demás compañeros.

-Señorita Malena, que honor nos hace por tomarse el tiempo de asistir a nuestra clase, perdón si la molesto, pero podría decirme, ¿cual es el resultado de la ecuación que acabo de dictar?
Mario Vargas, el profesor de matemáticas estaba justo frente a Malena, que estaba pálida y ojerosa, y mientras todos volteaban a verla comenzó a incorporarse en su asiento.
-No se decirle.-
-Que tristeza me da su caso, pero para no seguir molestándola, ¡Salgase de mi clase!

Afuera hacía frío, el ambiente continuaba con olor a humedad, el piso no era buena opción para estar cómoda pero eso a Malena no le importaba, trataba de recordar lo que había estudiado por la noche pero no lo lograba, comenzaba a pensar que todo había sido en vano, que realmente era una estupidez todo, no importaba cuanto tiempo dedicara a sus tareas o estudiara para un examen, al día siguiente no podría con el sueño y la sacarían de sus clases y tampoco recordaría nada, solo estaba segura de algo... Su vida era un desastre.
Así había vivido el último año de preparatoria, presión, sueño, tareas, exámenes entre otras cosas que le quitaban el sueño.
Pero entre esas larga lista de cosas que le quitaban el sueño, estaba la beca que había tramitado hacía meses y de la cual no tendría resultados hasta dentro de unas cuantas semanas.
La cosa era que solo repartían dos becas por país, elegías un país para poder ir a estudiar lo que quisieras, completamente pagado, y no hay nada que el corazón de Malena deseara mas que eso, de entre los miles de solicitantes se encontraban ella y Ares.