Capitulo 1

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Miro a través de las baldas del parasol hacia el jardín de hierba y el más azul de los cielos, azul de verano, azul Mediterráneo, con un suspiro de satisfacción. Christian está a mi lado, tendido en una tumbona. Mi marido, mi caliente marido, hermoso, sin camisa y con unas bermudas jean, está leyendo un libro sobre la predicción del colapso del sistema bancario Occidental. Por todas las cuentas, es una página Turner. No lo he visto sentarse así de tranquilo, nunca. Luce más como un estudiante que como el atractivo Gerente General de una de las más exitosas compañías privadas de los Estados Unidos.

En el tramo final de nuestra luna de miel, descansamos bajo el sol del atardecer en la playa de la bien llamada Beach Plaza Montecarlo, en Mónaco, aunque no nos estamos alojando en este hotel. Abro mis ojos y contemplo al Fair Lady anclado en el puerto. Estamos alojados, por supuesto, a bordo de un lujoso yate a motor. Construido en 1928, flota majestuosamente sobre el agua, la reina de los todos los yates en el puerto. Parece el juguete de cuerda de un niño. Christian la ama, sospecho que está tentado de comprarla. Honestamente, los chicos y sus juguetes.

Sentada hacia atrás, escucho la mezcla de Christian Gray en mi nuevo iPod y dormito bajo el sol del atardecer, recordando su propuesta. Oh, su propuesta de ensueño en el embarcadero... Casi puedo oler el aroma de las flores del prado...

—¿Podemos casarnos mañana? —murmura Christian suavemente en mi oído. Estoy recostada de su pecho en la florida glorieta del embarcadero, saciada después de hacer el amor apasionadamente.

—Hmm.

—¿Es eso un sí? —Oigo su esperanzada sorpresa.

—Hmm.

—¿Un no?

—Hmm.

Siento su sonrisa. —Señorita Steele, ¿está usted diciendo incoherencias?

Sonrío. —Hmm.

Se ríe y me abraza fuertemente, besando la parte superior de mi cabeza. — Las Vegas, mañana entonces.

Adormilada levanto la cabeza. —No creo que mis padres estén muy contentos con eso.

El tamborilea sus dedos de arriba abajo por mi espalda desnuda, acariciándome gentilmente.

—¿Qué quieres, Anastasia? ¿Las Vegas? ¿Una gran boda con todos los detalles? Cuéntame.

—Nada grande... Sólo amigos y familiares —Miro moverse una súplica silenciosa en sus brillantes ojos grises. ¿Qué quiere?

—Está bien —Asiente con la cabeza—. ¿Dónde?

Me encojo de hombros.

—¿Podemos hacerlo aquí? —pregunta tímidamente. —¿Dónde tus padres? ¿Les importaría?

Él resopla. —Mi madre estaría en el séptimo cielo. 

—Bueno, aquí. Estoy segura de que mi madre y mi padre prefieren eso. Él me acaricia el pelo. ¿Podría ser más feliz?

—Entonces, ya determinamos dónde, ahora el cuándo.

—Seguramente debes preguntarle a tu madre.

—Hmm —La sonrisa de Christian cae—. Ella puede tener un mes, eso es todo. Te quiero demasiado como para esperar más.

—Christian, me tienes. Me has tenido por un tiempo. Pero está bien, será un mes. —Le doy un beso en el pecho, un suave y casto beso y le sonrío.

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—¡Vas a quemarte! —Susurra en mi oído, despertándome de mi siesta. —Sólo por ti —Le doy mi más dulce sonrisa.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2016 ⏰

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