Buscando una solucion ~ Peeta&Katniss

Lo que necesito es el diente de leon en primavera. El amarillo brillante que significa renacer en vez de destrucción. La promesa de que la vida puede continuar, sin importar lo malo de nuestras pérdidas. Que puede ser buena de nuevo.Y sólo Peeta puede darme eso.

Asi que depués, cuando él susurra:

- Tu me amas ¿real o no real?

Le digo:

- Real

El solo sonrie y al verlo yo tambien lo hago. Este podria ser un gran momento feliz despues de tanto tiempo y realmente quisiera que se congelara. Solo nosotros dos mirandonos con una sonrisa sincera, pero lamentablemente el sentimiento de culpa llega a mi. Ese sentimiento me reclama el que yo sonria cuando Prim esta muerta, cuando Finnick esta muerto, cuando muchas personas murieron por mi culpa y me cae como un balde de agua fria para despertar. Entonce mi sonrisa se desvanece y me volteo para desviar la mirada  hacia la ventana. Es realmente una bella noche y me distraigo viendola, esperando que con un poco de suerte Peeta no se de cuenta que otra vez estoy a punto de caer en la oscuridad. Sin embargo él siempre sabe cuando algo va mal.

- No se que estas pensando Katniss y lo mas seguro es que no quieras decirme, asi que no preguntare. Solo quiero que sepas que yo tambien.

Me acurruco a su lado con su brazo encima de mi hombro, sintiendome protegida junto a él y nos quedamos dormidos.

De pronto estoy en la inmensa oscuridad no puedo ver a nada ni a nadie hasta que escucho una voz, la voz de Prim. Esta tranquila, llamandome. Corro hacia su voz, y cuando la veo trato de ir mas rapido, pero es como si nunca me acercara ni un paso. Su voz deja de ser tranquila, empieza a gritar desesperada pidiendo que la ayude y no puedo alcanzarla, solo se aleja mas. Las lagrimas empiezan a caer en mi rostro y otra vez estoy sola. No Prim, no me dejes sola, por favor no me dejes sola. Escucho otra voz llamandome, pero no es Prim, es mi padre. Me acerco a él pero otra vez es imposible, trato de correr mas rapido y es ahí cuando el tambien empieza a gritar. Se aleja de mi hasta que vuelvo a quedar sola. caigo de rodillas con mas lagrimas y gritos de frustracion. No puedo, no puedo mas. Noto que hay alguien mirandome y es Peeta, me abraza tratando de consolarme, pero de la nada me suelta, se levanta y me da la espalda. Trato de seguirlo, pero no puedo porque estoy cayendo en la oscuridad y no hay nada de lo que pueda sujetarme, no hay nadie que me pueda salvar. Estoy sola.

Me despierto gritando

-Peeta! Peeta! por favor no me dejes, por favor - y es cuando noto que estoy llorando, que fue una pesadilla y que Peeta realmente no esta.

Me levanto y empiezo a buscarlo limpiandome las lagrimas. Bajo las escaleras y lo encuentro en la sala. Esta sentando en la mecedora, mirando por la ventana abierta.

- Peeta...

- No te acerques - de repente me doy cuenta que se esta sujetando fuertemente con una mano del brazo de la mecedora y en la otra mano tiene un cuchillo que sujeta tan fuerte que la sangre empieza a salir. Esta teniendo uno de sus ataques. Intento acercarme de nuevo.

-No, alejate.

Pero son justo sus palabras las que me deciden a acercarme. Cuando estoy frente a él, me arrodillo y lo miro a los ojos. Puedo ver que ya no estan sus amables ojos azules sino unos iracundos ojos negros. El trata de controlarse y yo trato de ayudarlo.

- Tu no me haras daño - él tiembla - ¿Quien soy? - pregunto pero no contesta asi que lo vuelvo a repetir - Dime ¿Quien soy yo?

- Katniss... Katniss Everdeen - dice respirando agitadamente y logro ver que sus ojos empiezan a aclararse.

- ¿Donde nos conocimos?

- En la  cosecha, esa fue la primera vez que hablamos- noto que su cuerpo se relaja y no despega su mirada de la mia.

- ¿Como terminaron los septuagesimos cuartos juegos?

-Me salvaste la vida y los 2 ganamos contra el capitolio - su respiracion vuelve a la normalidad al igual que sus ojos. Sujeto su mano y retiro el cuchillo.

-No me haras daño... quedate conmigo.

-Siempre

Reviso su herida y veo una larga cortada que va desde la base del meñique al pulgar.

- Voy por el botiquín

- No es necesario es solo un corte, se curara solo.

Tomo su mano de nuevo y lo examino.

- No podras pintar ni hornear durante un tiempo si por lo menos no lo desinfectamos. Ese cuchillo...

-No era para ti - me interrumpe.

- Que?

- El cuchillo... yo no...no planeaba hacerte daño

-Se que jamas me lastimarias intencionalmente Peeta.

- No lo entiendes yo lo cogí cuando aun estaba medio conciente, solo lo tomo como precaucion.

Primero no entiendo de que habla. ¿precaucion? entonces comprendo lo que trata de decirme. El cuchillo era para él. La sola idea me enferma asi que lanzo el cuchillo lejos de nosotros.

- No, eso no - digo firmemente - Prometeme que jamas...

- Lo siento no puedo prometerte eso.

-¿Por que?!

-Si mis ataques se descontrolan y a ti te sucediera algo...no me lo perdonaria Katniss. No podria vivir conmigo mismo. Prefiero...

Pero él no termina de hablar, pues lo beso para callarlo. Primero senti su sorpresa pero cuando se relajo la intensidad del beso fue aumentando. Necesitaba de él, no podia dejarme sola. Simplemente lo necesitaba, yo lo necesitaba. Nos separamos por la falta de aire.

- No lo digas, tu jamas me harias daño - digo mirando sus ojos azules.

-Pero...

- No Peeta! Tu lo prometiste, prometiste no morir. Te prohibo morir ¿entiendes?

- ¿Lo prometi?

- Si, en los juegos ¿recuerdas?

Pero el nego con la cabeza y en su mirada pude ver frustracion.

- No importa, una promesa es una promesa. Me da igual si no la recuerdas. Tienes que cumplirla. Ahora voy por el botiquin.

Cuando termino de curarlo, vamos al cuarto y el me arropa en sus brazos hasta que me quedo dormida.