- ¡Camila!
- ¡Ya voy mamá!
Hoy es 26 de diciembre, si, justo un día después de navidad... Resulta que a mi mamá se le ocurrió pasar las vacaciones en California. Admito que estoy un poco emocionada, después de todo nunca antes había viajado a Estados Unidos. Y aún más con el tema de estación. Mientras que acá es verano, allá es invierno y en Estado Unidos nieva ¡ahhhhh! Me altero fácil con esas cosas. Pero como no, si en Buenos Aires no nieva desde el 2007.
Por suerte en el colegio me va de diez y no tengo que rendir algunas materias en febrero como algunas otras personas, por lo que mi mamá decidió quedarnos allá hasta principios de marzo. ¡O sea imagínense eso! ¡Dos meses en un hermoso lugar, lleno de gente y cosas distintas! Muchas amigas ya viajaron alguna vez a EEUU y me contaron su estadía. Dicen que allá la gente es totalmente diferente, que cada uno tiene su estilo. Que hay un montón de tiendas de marca y que las playas son hermosas, lástima que voy en invierno. Bueno, no importa. Lo único que quiero es ver la nieve.
- ¡Vamos Cami, llegaremos tarde!
- Ya vo... argh que dolor.
- Ay que te paso.
- Nada ma, solo un tropezón. - Tengo que cambiar esa costumbre de caerme en todos lados. Definitivamente esto no ayuda a mis piernas y más cuando mis rodillas son sensibles.
Ya en el aeropuerto corrimos hacia la zona de embarque - ¿Tienes tu pasaje? - Me pregunto mi madre. A lo que sin dudad negué. - ¿Cómo qué no? Estoy segura de habértelo dado. Fíjate, vamos. - Busque en mi bolso de mano y allí estaba el boleto que me llevaría a California. - Ves, te dije. Mi cabeza todavía funciona cariño.
Aerolíneas Argentinas informa que el vuelo hacia Los Ángeles, California ha llegado a su destino.
El hotel en el que nos hospedamos no era la gran cosa, pero tenía lo suyo. Nuestra habitación me pareció perfecta, estaba llena de cuadros maravillosos y fotos del lugar. Teníamos TV y calefacción, lo único que necesitábamos para echarnos una buena siesta antes de deambular por las encandecidas calles de California.
- Ma ¿estas despierta?
- Mmshhh mmshhh... - Estaba súper muerta, por lo que decidí salir sola a ver el barrio o como le digan acá. Lo primero que vi fue un reloj enorme que marcaba las 12, después seguí mi camino observando las grandes y altas palmeras que decoraban la bella ciudad, hasta llegar a un bar nocturno bastante llamativo. Nunca había ido a un bar en el que sonara Hip Hop, y mucho menos Hip Hop yanqui. Había un montón de chicos bailando y haciendo variadas acrobacias, impresionante.
- ¡Be careful! - ¿Be qué?
(...)
- Hey, are you okay? - ¿Are you ah?
- ¿Qué paso? - Dije con la voz gastada.
- She speaks spanish.
- Oh mm, hola. - Hablo un chico de cabello lacio y castaño oscuro. - ¿Cómo te llamas?
- Tranquilo, se inglés. And mm i'm Camila.
*A partir de ahora hablan en ingles*
- Tranquilou. - Trato de repetir lo que había dicho. - ¿Qué es eso?
- Significa tranquilo, en español claro. Por cierto, no me has dicho tu nombre.
- Oh, soy Lucas y él es mi gemelo, Marcus. - Ambos me mostraron una hermosa sonrisa. - ¿Te encuentras bien?
- ¿Por qué?
- Pues, hace un rato lance a Lucas contra ti... - Esta vez hablo Marcus, bah eso creo. - Y fuiste la única inconsciente. ¿De verdad te encuentras bien? - Que directo.
- Sisi, no se preocupen. Estoy acostumbrada.
- Bueno, es mejor que vayas dejando de lado esa costumbre. No va para nada con alguien tan linda como tú. - Ya no se ni quien dijo eso. Deja vuuu.
- Exacto. Aunque creo que a ti ni los moretones te afectarían.
- Jajaja, vamos chicos dejen de jugar.
- Bueno ¿Quieres un trago? Marcus y yo invitamos.
- Oh lo siento, soy menor de edad.
- Si, nosotros también. Lucas se refería a una bebida sin alcohol igual.
- Ah, mm dale. No me vendría mal un poco de agua. - Aproveche para sacarme la campera, allí la calefacción me estaba matando.
- ¡Ay mira ese moretón! Rápido Lucas trae algo de hielo.
- Si, ya vuelvo.
- Chicos, chicos. Calma. Es solo un moretón.
- Pero, nosotros somos los causantes. - Dijo el de rulos.
- Si, pero en serio, no es nada. - Realmente estos chicos son un amor. En Argentina, a lo sumo te dejan un poco de dinero y claro, tu aun inconsciente. Bueno no, estoy exagerando, pero es que son tan tiernos... - ¿Son de aquí?
- No, solo venimos a pasar las vacaciones. - Me contesto Lucas. - ¿Y tú eres...?
- Soy de Argentina.
- Oh... di algo en español por favor. - Me sonrió el otro.
- Claro. "Hola soy Camila, me gusta viajar, comer y dormir".
- Que lindo acento tienes.
- Gracias. - La noche se hizo corta hablando con los gemelos. Eran geniales. Resulta que ellos eran los que hacían piruetas por todo el bar. De hecho, se propusieron enseñarme a hacer alguna que otra cosa. Quedamos en vernos hoy a las 6pm. En su hotel, que por suerte no se encontraba muy lejos del mío. Por otro lado, mi mamá se enfadó mucho conmigo. Me grito varias veces que no tengo que salir sin su permiso y muchos menos en un país que no conocemos. Ups.
<Whatsapp>
Marcus: Hola Cami, soy Marcus. 🙋 5:23
Cómo tienes mi numero?
Marcus: Tomé tu celular sin permiso. 🙈 Perdón. 5:24
Sigo sin entender como lo hiciste.
Marcus: Bueno, eso no importa. Vendrás mañana? 5:24
No lo sé, mi mama se enojó mucho hoy.
Marcus: Te escucho entrar? 😔 Auch 5:25
De todas formas, te estaremos esperando. 😉 5:25
Dale. Voy a ir de alguna manera. Solo espérenme.
Marcus: Hahaha, eso haremos. 😊 5:26
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Hola! Este es mi primer fanfic de humanos jaja. Y lo digo asi porque si visitan mi perfil, solo subi dos historias mas, pero de anime. Espero que les haya gustado este primer capitulo. Bay <3