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La vida tienes sus altos y bajos, siempre hay un camino, pero con piedras en el proceso, y cada túnel oscuro tiene su propia luz, solo hay que hallarla y mantenerla encendida.

Ese pequeño niño de hebras azules como una laguna lloraba con la cara entre sus piernas, escondido en una de las esquinas menos habitadas por los estudiantes de aquella institución educativa, murmuraba en voz baja y muy aguda el nombre de su mamá.

hipaba sorbiendose la nariz y secaba sus lágrimas con sus pequeñas manitas, solo para hacer un puchero y volver a llorar de nuevo. Bill solo lo veía con un ceño fruncido y mirada curiosa, se cuestionaba el por que aquel niño lloraba tanto, el ya no lo hacia.

ya era un niño grande y no lloraba ni cuando se caía de su bicicleta, solo se volvía a montar y comenzaba de nuevo a andar ignorando sus raspones, tal vez el niño se cayó de su bicicleta y quiso venir a llorar solo, así que Bill se decidió y camino en dirección al mas pequeño, sentándose a su lado y esperando que notara su presencia, pero eso no paso, por que el pequeño seguía llorando sin notar que el rubio estaba sentado junto a el, así que Bill optó por carraspear y mascullar un pequeño -¿estás bien?-, haciendo que el peliazul se sobresaltara, y mirara a su dirección con mirada asustada, pero algo le decía a Bill que en realidad no lo estaba mirando a el.

—¿quien eres?— susurró el pequeño llorón, como lo había ya apodado Bill, el cual sonrió de medio lado y le extendió la mano


—¡Soy Bill! Tengo 8 años, ¡y estoy en cuarto grado!—,dijo el rubio con orgullo hacia su nuevo amigo, el cual el suponía que debía tener unos cinco años, por su tamaño.

—Soy Will.— volvió a susurrar, pero no le estrechó la mano a Bill, solo seguía mirando hacia una dirección muerta con su mirada pérdida, como cuando su mamá veía una novela pero en realidad estaba pensando que cocinaría para la cena.

—¿por qué estás llorando Will? ¿te lastimaste? ¿tienes hambre? ¿se te perdió tu auto de carreras? ¡puedo prestarte uno! Pero no llores— le dijo el mayor con una sonrisa de lado, el menor se secó las lágrimas y hizo un puchero, mirando de nuevo hacia la nada.

— hoy es mi primer día y no tengo amigos, tampoco encuentro mi clase y mi mami está trabajando, no puede venir a buscarme— jugueteó con sus dedos aun con un adorable puchero en sus labios.

—¡puedo llevarte! Solo dime que número es, llevó toda mi vida estudiando aquí, ¡te lo juro! Y yo puedo ser tu amigo, o mejor amigo ¿te gustaría?— sonrió Bill amigable, viendo como Will sonreía y se le marcaban dos lindos oyuelos, que el mayor quería tocar y undir su dedo en ellos, pero se contuvo, ya que apenas acababa de conocer al pequeño llorón.

—¡si me gustaría! Mi clase es la B-12—  y la sonrisa de Bill cayó, el ala B era solo un área al cual asistían personas discapacitadas, o como su mamá le llegó a decir una vez cuando le preguntó que tipo de "discapacidad", ciegas. Bill ya entendía por que Will parecía tan perdido, pero el simplemente ignoró el tema, Will era muy bonito y su nuevo amigo, así que lo tomo de la mano y lo llevó hasta su clase, Will se despidió de el con un beso en la mejilla, el cual en realidad fue en la barbilla, ya que Bill era mas alto que el. Después de ese beso Bill entendió que Will era su nueva cosa favorita.

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Hola lectores, esta es la historia que les prometí y quise hacer un Billcest por que yolo, les prometo que esta la actualizare y no la dejaré como ha pasado con las otras (╥╯θ╰╥) asi que espero que la disfruten.

¡Ahoy Camaradas!

-Color Azul

Blind Love→ Billcest.| CiphercestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora