Abril 1 (Día perdido)
Recordaron abril, como su mejor y peor mes. En abril Inad desaparecería, y fue cuando Lamoni apareció para evitar la extinción de la única Inad. Ella había estado cruzando treinta y un veces el mismo puente, reflexionando, calculando y evitando caer en el miedo. Él, había observado las treinta y un veces a Inad cuando se paseaba por aquel puente, y entonces, en la vez treinta y dos, Lamoni se acercó a ella cuando se dio cuenta que llevaba demasiado tiempo mirando la distancia entre el puente y el suelo debajo.
-Vamos por papas a la francesa en el mejor restaurante del centro.
Inad, se había asustado y miró a Lamoni, de la misma manera en la que miraba sus exámenes de matemáticas. Aquel día, Lamoni no dejó de sonreirle. Cuando llegaron a la estación del autobús que lo llevaría al centro, Lamoni se permitió abrazarla.
-¿Qué..., qué haces?
-Abrazándote.
-¿Es necesario?
La verdad es que no le molestaba el contacto con Lamoni recién conocido, tampoco temía por un secuestro, simplemente confió en el sin saber su nombre, pues lo que ella necesitaba, era a alguien.
-Todo es necesario en esta vida.
-No quiero papas.
-¿Entonces? Seré tu esclavo personal, solo tienes que decir qué, dónde, o cuándo.
-No serás mi esclavo -Sonrió Inad a Lamoni.
Por primera vez, después de mucho tiempo sintió como sus pómulos se elevaban al sonreír, lo que le hizo sonrosarce.
-Solo quiero helado y mi cama.
-Pues vamos por tu helado y por tu cama.
Aquellos ojos grises le brindaban tal frialdad, pero le agradaban demasiado, tal vez por eso no preguntó la primera vez que lo conoció por su nombre y por qué le habló.
Después de llegar de la heladería, Inad le invitó a su casa y seguido a su habitación en la cual sus padres no tenían permitido el paso. Encendieron la televisión y se acomodaron en la cama.
Cuando el helado ya se había gastado, el sol se había escondido un poco más, la película que estaba pasando había acabado, ella ya se había dormido sobre el pecho de Lamoni, como lo hizo de chica con aquella sombra que asomaba por debajo de su cama, solo lo abrazo y no lo dejó ir.
El primero de abril fue el primer día para hacer cosas nuevas, aquel día Inad tuvo por primera vez arrepentimiento, confianza, amigable, y por primera vez se permitió enamorarse.
Lamoni no fue tan diferente, porque el también enfrentó nuevas cosas, regaló un día más, se volvió feliz por la felicidad de otro, compartió, y se permitió romper aquello que le impedía socializar, también se dejó querer.
Los dos, al mismo tiempo comenzaron a dejar a un lado sus sombras para convertirse en la luz del otro.
YOU ARE READING
Segunda Opción
Short StoryInad. Lamoni. 61 días perdidos. 10 meses restantes. 10 deseos. Todo debe de cumplirse antes del plazo de tiempo para no aceptar la segunda opción.