Natsu y Lissana eran aún muy pequeños cuando se internaron en el bosque para jugar.
-Hoy seré la mamá.-dijo la albina.-Y tú el papá.
-¿¿Otra vez??-preguntó el pequeño Natsu.
Lissana asintió sonriendo y le cogió de la mano para empezar a correr. Los dos niños miraban el bosque con entusiasmo, siempre les gustaba ir allí.
-Juguemos a las escondidas.-propuso el pelirosa.
Todo menos el juego de las casitas...
-¡Vale! Pero cuentas tú.
Natsu asintió y contó hasta 100 saltando la mitad de los números, restando hasta el -98 y sumándole 2 y restandole 100. Lo que hace la infancia...
-¡Allá voy!!
El pequeño pelirosa empezó a buscar a su amiga por el bosque. Buscó por los árboles, debajo de las piedras, en la cascada... Pero no la vió. Se metió tanto en la espesura que llegó un momento en el que se perdió.
-¡¡Y ahora qué hago!!
Pero entonces escuchó una voz. Era muy dulce y parecía la de una niña pequeña. Natsu empezó a seguir el sonido de su voz hasta llegar a lo que parecía una gran valla. Estaba perdido y si había alguien tras la verja, seguro que le ayudaría.
-¡¡Yoosh!! ¡¡Rugido del dragón de fuego!!-gritó.
El hechizo calcinó la valla y Natsu saltó al otro lado sonriente. Parecía haber llegado a un gran jardín privado, porque a lo lejos se veía una mansión más grande que el gremio.
Ese lugar no era otro que el hogar de ma familia Heartfilia.
-Ma.. ma.. mag...
Natsu escuchó de nuevo esa voz dulce y miró a su alrededor, encontrando a una niña rubia rodeada de muñecas en lo que parecía un parque de juegos con la forma de un castillo.
-Mag... ma... mag...-repetía.
-¡Hola!-saludó el niño.
Lucy intentó saludar escondida detrás de una muñeca gigante. Parecía entre asustada y asombrada.
-¿Qué pasa?-preguntó Natsu.
-¿E... eres un ma... mag... mago?
El pequeño sonrió e invocó en su puño llamas.
-¡Y soy muy fuerte!-dijo él.
La niña rubia parecío haber perdido el miedo y salió a verle. Fue entonces cuando Natsu notó que su cara quemaba. Esa niña era muy linda.
-¿Quieres jugar?-preguntó ella.
Natsu adoptó una postura ninja similar a la de alguien que quiere darse a la fuga.
-No a papás y mamás por favor.-suplicó.
La niña sonrió y negó con la cabeza.
-Hay algo mejor.
-¿Mejor?-inquirió Natsu.
-Príncipes y princesas.-aclaró la niña.
-¿Pero no es eso más de lo mismo?-preguntó Natsu.
-Hazlo o le diré a los guardias que tú destruiste la valla.-dijo Lucy con una sonrisa angelical.
-Será un honor ser tu príncipe.-dijo Natsu arrodillándose frente a la niña.
Todo menos una reprimenda del maestro y los ataques de judo de Erza... o Mira... no quería ni pensarlo.
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Los dos niños pasaron el resto del día haciendo el papel de princesa en la torre y el príncipe que debía rescatarla de una horda de muñecas diabólicas que querían conquistar el mundo y llenarlo de algodón.
Así fue hasta que al final, Natsu y Lucy se reunieron en la cima del parque de juegos riendo.
-Ha sido más divertido de lo que esperaba.-confesó Natsu.
-¿De verdad?
-Sí, ninguna muñeca puede conmigo.
Los dos empezaron a reírse hasta que oyeron el sonido de gente acercándose.
-¡Corre, si te ven seguro que te hacen pagar la valla!-exclamó Lucy.
Natsu asintió y tras sonreírle por última vez, volvió por donde había venido.
Solo esperaba encontrar la salida del bosque esta vez. Y pensó en volver a visitar a la niña, pero nunca más volvió a encontrar la verja.
Los dos niños nunca dijeron sus nombres, y con el tiempo, ambos olvidaron aquel encuentro, pero lo que ninguno de los dos sabía, es que el destino los uniría desde entonces.
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One Shots Nalu
FanfictionRecopilación de One Shots nalu. Amor Celos Confusiones Fiebre Borrachera Cambios de cuerpo Boca a boca Si quieres ver los momentos Nalu que Mashima sensei se niega a incluir en su manga, entonces estás en el sitio indicado. *Todos los personajes pe...