Te quiero cuando ríes,
te quiero cuando lloras.
Te quiero en cada momento en el que estás a solas.
Te quiero por cómo eres,
por cómo fuiste
y por lo cómo serás.
Te quiero con cada imperfección.
Te quiero tanto que ni noto tus imperfecciones.
Te quiero hasta lo que tu más odias de ti.
Te quiero y no quiero verte sufrir.
Al quererte tanto recién comprendí
que mi felicidad no es lo primero para mí;
sino la tuya, porque si tú eres feliz pues yo también lo soy.