Papi ¿Por qué? (R#1)

52. En mi contra

Este hombre, Ian Ricoy, no lo logro entender. No sé si confiar o desconfiar, pero acaba de evitar un llanto por parte de Katty, aunque también, me molesta mucho ¡Huy pero como me irrita! Lo quiero lejos, lejos de Helen.

—Bueno... —mira la hora —yo ya me tengo que ir —baja a Katty de sus brazos.

—El señor ocupado, está muy ocupado ¿cierto? —estoy buscando provocarlo y no debería, pero la sonrisa de Helen cuando lo mira me irrita.

—¡Y cómprame un regalo! —grita mi princesa.

—Katty no, eso no se pide —la reto y hace puchero.

—No tengo problema, lo haré —saluda a todos y se retira.

Mejor que no vuelva.

—¿Y? Hay que trabajar —dice Crista mirando a Helen.

—Empezaré por los llamados —la morocha que me apasiona también se va, quedando sólo Crista, mi niña y yo en el pasillo.

—Mami, hay que sacar fotos —mi pequeña dice ilusionada.

—¿Para qué quieres sacar fotos, niña tonta? —rueda los ojos y ya quiero matarla.

—Un... Un recuerdo —baja su carita triste.

—Que estupidez —se gira para volver a su oficina.

—Pero mami...

—Mami está ocupada ahora, no tiene tiempo de estupideces —abre la puerta de su despacho y la detengo por el brazo —ay, qué agresivo —sonríe.

—No seas así, es tu hija —le digo y la suelto.

Bufa.

—No tengo sentimientos por esa cosa, pero ya que estás insoportable —camina hasta ella —Katerina ¿Quieres mi aprecio? —sonríe perversamente, viene otro de sus juegos sucios.

—Sí... yo... yo quiero —Katty ruega nerviosa y yo me inquieto por lo que pueda llegar a decir esa mujer.

—Dile a tu papi que te traiga más seguido —. Ya está, ya me confundí.

—Papi ¿Por qué? —Se acerca mi niña a mí —¿Por qué no me traes seguido?

—Me la pones en mi contra —le digo enojado a Crista.

—Es un don que tengo —se ríe, vuelve a su oficina y esta vez sí, logra huir.

—Papi ¿Por qué? —sigue exigiendo Katty.

Me acerco a la recepcionista.

—Me harías un favor. Te conozco hace tiempo, me la vigilas un ratito. Voy y vuelvo.

—¿Eh? Sí, claro Daniel —sonríe la chica y Katty hace berrinches mientras me voy.

—¡Con la fea, no! —me grita mi princesa mientras yo voy hacia la dirección dónde fue Helen.

Tengo que terminar una conversación. Lo siento, Katty.