Both of You || #COS

Both of You

El piano empezó a sonar. El humano y la gema se miraron unos instantes al escuchar la voz del chico entonar una suave canción.

Why don't you talk to each other? Why don't you talk to each other? Just give it a try. Why don't you talk about what happened?

Los dos apartaron las miradas, intentando ocultar su tristeza e incomodidad.

I know you're trying to avoid it but I don't know why...

La habitación pareció oscurecerse. Pearl y Greg bajaron sus rostros, llenos de melancolía, pero fue momentáneo, pues algo en su interior los iluminó de repente, los hizo alzarse y encontrarse cada uno con la mirada del otro. Necesitaban de verdad hablar, pero no se sentían capaces tras tantos años de odio.

You might not believe it. You might not beliiieeve it, but you got a lot in common, you really do.

Ambos dejaron escapar un suspiro de tristeza.

You both love me and I Los ojos de él comenzaron a derramar lágrimas, love both al igual que ella, quien también necesitaba desahogarse of you...

Pareció, de pronto, que junto a Steven había alguien más que había pronunciado junto a él aquellas palabras. Aquella mujer alta de aspecto bello e imponente que había ganado el amor de Greg y Pearl para luego marcharse por siempre. Cantaba con los ojos cerrados, y de uno de ellos se escapó una lágrima a la vez que a su propio hijo le ocurría igual.

La música continuó sonando mientras los dos hablaban, tumbados en el suelo con los ojos humedecidos y con enormes ganas de compartir sus sentimientos con alguien que lograra entender por lo que estaban pasando.

—Mira, si fuera tú, yo también me odiaría... —admitió el hombre, mirando al techo con seriedad.

—Yo no te odio... —respondió la gema, sin atreverse a mirarlo.

—Pero... sabía qué sentías por Rose y aun así me quedé.

—Ese no era el problema.

—Entonces, ¿cuál? —preguntó él, mirándola de reojo.

—Ella se enamoró de ti... —Pearl se incorporó hasta quedar sentada, y Greg la imitó. Se miraron unos instantes, y sonrieron levemente.

—Ya conoces a Rose... —dijo Greg.

Ambos sonrieron más y acabaron la frase al unísono con los ojos inundados.

— ¡Siempre hacía lo que quería!

I know you both need it. I know you both need it, someone who knows what you're going through.

Pearl se levantó y le tendió una mano al hombre, que primero quedó sorprendido por aquel acto para luego aceptarlo y levantarse con su ayuda. Luego tomaron sus manos libres y comenzaron a danzar al son de la música, mirándose sin el odio con el que antes se habían mirado. Poco a poco, sus expresiones serias se convirtieron en una sonrisa, y el baile se volvió más animado y agradable.

You might not believe it. You might not beliiieeve it, but you got a lot in common, you really do.

Los recuerdos invadieron sus mentes, como si realmente los estuvieran viviendo en aquel momento. Pearl sujetaba las mano de Rose y bailaban ligeras, conectadas por lo que pronto sería la fusión. Ambas sonreían, y no parecía que fueran a separarse nunca.

Greg miraba al alto rostro de su amada, admirando su sonrisa que a veces le hacía creer que se burlaba de él e intentando seguir sus pasos a la perfección. Su pelo rosa danzaba sobre sus hombros, y nada más importaba en aquel instante.

Cerraron un momento los ojos, y al abrirlos, Rose no estaba, y eran sólo ellos de nuevo.

You both love me and I love both of you.

You both love me Pearl giró sobre sí misma and I love sin soltar la mano de Greg, y al unirse de nuevo éste se dejó caer para ser sujetado por el brazo de la gema both of you...

Sonrieron nuevamente, compasivos el uno del otro.

Rose tal vez ya no estaba con ellos, pero ninguno tenía la culpa. No debían odiarse, aunque en tiempos anteriores hubieran peleado por lo que más querían, ahora se necesitaban. Eran los únicos que se entendían mutuamente, los dos estaban pasando exactamente por lo mismo.

Se hicieron presentes los aplausos de los personales del hotel. Los dos rieron y Greg se incorporó. Se miraron fugazmente, pidiéndose perdón por todo lo que habían hecho con y sin Rose por ella. Ya no merecía la pena pelear por ella, sino sentir felicidad de haber encontrado a alguien con quien poder compartir sus sentimientos.

Tras pagar la cuenta, decidieron que era hora de volver a Beach City. Una vez en el coche, Steven quedó medio adormilado canturreando una triste canción que anteriormente había escuchado entonar a Pearl, mientras que Greg y ésta se atrevían, por primera vez, a hablar de Rose Quartz no como rivales que pelearan por su amor, sino como amigos que recordaban aquellos maravillosos momentos vividos con la gema rosa, contando anécdotas que sólo uno de ellos conocía y que hacía llorar y reír al otro.

Y allí atrás, junto a Steven, había alguien observándolos con una gran sonrisa en el rostro y acariciando el pelo del niño, feliz de que por fin los problemas ocasionados por sus elecciones fueran a acabar.