Detalles

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Matsuno Karamatsu, el segundo de los sextillisos Matsuno, una persona narcisista y de actitud dolorosa que solo causaba vergüenza ajena, al menos así es como lo veían sus hermanos, los cuales nunca se molestaban en prestarle atención, preferían ignorarlo y las pocas veces en que le hablaban era para burlarse de él o por el simple de hecho de no tener con quien mas conversar. Así era todos los días, sin embargo al de azul no parecía molestarle la forma de actuar que tenían los demás con él, o eso creían sus hermanos, pensaban que Karamatsu tenía el ego tan inflado que nada a su alrededor le afectaba.

Un día cuando se encontraban en los baños públicos se dieron cuenta que algo había cambiado; Ichimatsu era muy observador y aunque parecía odiar al segundo fue el primero en notar que había algo raro.

-Oigan ¿dónde está Kusomatsu? Hace tiempo que no viene con nosotros a los baños.

-¿Eh, de qué hablas Ichimatsu? Siempre venimos todos juntos- comentó el mayor para luego comenzar a contarlos -uno, dos, tres, cuatro, cinco y... ¿cinco? Espera, Totty, Jyushimatsu, Nekomatsu, Choropajeroski y yo- ahí todos notaron que efectivamente faltaba uno de ellos.

-¿Eeehh? Karamatsu nii-san no está ¿dónde? ¿dónde está?

-Eso mismo pregunté yo, Jyushimatsu.

-¿Ichimatsu nii-san preocupado por Karamatsu nii-san? Siempre pensé que era algo imposible, ahora solo falta que a Osomatsu nii-san se le quite lo idiota.

-¡Oyeeeee!!!!

-Tch, a mi no me importa Kusomatsu... solo lo dije porque es algo raro que hace días no nos acompañe- dijo mientras desviaba la mirada.

-Tienes razón en que es algo raro, pero es Karamatsu de quién estamos hablando, probablemente solo está en casa mirándose en el espejo- comentó el tercero, a lo cual todos terminaron dándole la razón.

Luego de terminar esa pequeña conversación se dirigieron de vuelta a casa, encontrándose con la persona sobre la cual hablaban hace unos momento, y este aunque no estaba mirándose en el espejo, se encontraba hojeando una revista de moda, a la que dejó de prestarle atención un momento al ver que sus hermanos habían llegado.

-Hola brothers ¿qué tal los ha tratado esta beautiful night?

Nadie le respondió, simplemente hicieron como si no hubieran escuchado nada, igual que siempre. Karamatsu volvió a dirigir su mirada a la revista que tenía en las manos, pero tuvo que dejarla de lado nuevamente, puesto que los chicos se dispusieron a colocar el futón.

-Hazte a un lado pedazo de mierda, no podemos dormir sobre ti.

-Cla... claro my little Ichimatsu, perdón por estar en medio.

-Como sea, solo muévete, y no me llames así- dijo mientras le daba una mirada de desprecio. En ese instante algo le llamó la atención, y era el hecho de que el de sudadera azul no llevaba las mangas subidas como de costumbre, esto le causó extrañeza ya que si hacía memoria hace un buen tiempo que el joven exhibicionista no mostraba sus antebrazos o cualquier otra parte de su cuerpo, aún así no le tomó importancia; claro que esta vez no se lo mencionó a nadie, no quería que creyeran que estaba todo el día pendiente de su hermano mayor.

Luego de eso el chico de ceño fruncido salió del dormitorio y en cuanto cerró la puerta los demás comenzaron a hablar.

-Al final es mejor que Karamatsu nii-san no salga con nosotros, es un inútil y lo único que hace es dejarnos en ridículo.

-Todomatsu, ninguno de nosotros tiene trabajo, por ende ninguno de los de aquí es muy útil que digamos.

-Esto no tiene que ver con el trabajo, además deben admitir que aunque todos seamos escoria, Karamatsu nii-san es el peor de nosotros.

Nuestro HermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora