Mientras Estemos Juntos

Capitulo 3.

El idiota comenzaba a caer en los juegos de Jessie Marshall, es que vamos a ver, conmigo nadie juega, y mucho menos un nuevo, tendrá morros el muy capullo para querer pasarse de listillo conmigo, lo lleva claro.

Llegue al estacionamiento y mi hermano se encontraba esperándome, debo admitir que a veces me lamento que sea mi hermano, el muy imbécil esta buenisimo, luego me acuerdo que es un mujeriego de primera y ¡Ah si! ¡Que es mi jodido hermano! Menuda mierda, nunca conseguiré a un tipo que este tan bueno como mi hermano.

—¡Hey! te habéis tardado niña. —Dice James con una sonrisa cuando estoy lo suficientemente cerca de el.

—Lo siento, ¿podemos ir a buscar mi coche? —le preguntó con un puchero. —¡Anda! Ni a ti te gusta ser mi chofer ni a me gusta que lo seas.

—Odio cuando me haces ese puto puchero. —Dice y le guiño un ojo. —Y después del puchero vienes y me guiñas un ojo, ¡Yo no soy de hierro mierda!

Suelto una carcajada y me quedo mirándolo fijamente, esperando que se de cuenta del error que acaba de cometer.

—¡Oh Vamos! Sabes que no soy gay. —dice al darse cuenta de las palabras que acaba de utilizar.

—"Yo no soy de hierro mierda! —Intento imitar su voz y me río. Me fulmina con la mierda y me sigo riendo. —Ya, vale, vale, te dejo en paz, ya vámonos.

Nos subimos al coche y enciendo la radio, suena una canción de Ed Sheeran y me vuelvo loca, me vuelvo jodidamente loca, amo con todo mi ser cada una de sus canciones, me contento al escuchar su voz y empiezo a cantar thinking out loud. Disfruto al cantar la canción y James disfruta del espectáculo que le doy. Me dejo llevar y no me doy cuenta en el momento en el que llegamos al taller. Mi hermano me sonríe y ambos nos bajamos del coche.

—¡Hola a ustedes dos! Es agradable verlos juntos por aquí. —Nos saluda Mario.

Mario era nuestro mecánico de confianza de toda la vida, aunque era dueño de su propio taller y tenia a muchos trabajadores, el siempre se encargaba de nuestro coches personalmente, además era muy amigo de mi padre, se conocieron en la secundaria, era agradable saber que ambos seguían siendo muy amigos, y que al pasar de los años su amistad siguiera intacta.

—¡Hola! —Saludamos James y yo al unisono alegres.

—Bross, dime que mi bebe ya esta listo. —Le digo haciendo un puchero realmente tierno.

James estalla en una carcajada y mira a Mario ladeando la cabeza.

—Si mi niña, por suerte hoy termine de arreglarlo, y ya esta listo. —Me responde Mario con una sonrisa en el rostro y salto de la emoción, ¡mi bebe ya esta listo!

—¡Oh vamos Bross! Ese maldito puchero algún día tiene que fallar. —Dice James cruzado de brazos.

—¡Oye! No le digas Bross, solo yo puedo hacerlo. —Digo recordando que de pequeña le decía Bross a Mario por que creía que el era Mario Bross el del videojuego. —Y mi bello y jodido manipulador puchero nunca ha fallado y nunca fallara.

Mario se ríe de nosotros y se va en busca de mi coche negando con la cabeza. Se en lo que esta pensando "Estos niños nunca cambiaran" siempre nos dice lo mismo. Aunque ya no tengamos nada de niños.

—¿Sabes que nunca fallara en mi? —me pregunta James con voz seductora, y por el tono de voz se lo que esta a punto de decir. —Esta sonrisa moja bragas.

Le doy un puñetazo amistoso en el hombro y ambos nos reímos. Mario llega con mi coche y aplaudo, !Al fin mi coche esta conmigo! Mario me entrega las llaves, y lo abrazo en señal de agradecimiento, me despido de el y le aseguro que pronto vendré a visitarlo al igual que James.