Princesa en el infierno

Cielo

Había sido todo una maldita pesadilla y me había atemorizado de lo peor.

-Hermano, hermano, ¿estas bien?-me dijo mi amigo Adrián a mi lado, el era practica mente  un hermano para mi.

El sueño que había tenido me había echo sudar y estaba teniendo un ataque en mi corazón, parecía que en cualquier momento podría salirse del pecho sin mi consentimiento.

-¡Dylan!, ¡Dylan!- decía agitando su mano enfrente  de mi cara, pero yo simplemente no reaccionaba, por el simple echo de que ese sueño pudo haber sido realidad me ponía nervioso, es que se había sentido tan real.

De repente sentí algo cayendo desde arriba de mi cabeza, era frió e hizo que reaccionara de inmediato, era Adrián con una cubeta llena de agua muy pero muy fría.

-¿Por que hiciste eso hermano?- fue lo único que logre decir en ese momento en el que el agua tocó mi piel .

-No reaccionabas y fue lo único que se me ocurrió aparte de darte una cachetada- dijo con una mueca de terror, ya que supongo había visto mi expresión furiosa.

-Para la siguiente mejor empuja me de la cama- dije tapándole con una manta seca.

-Lo siento no sabía que hacer, estabas teniendo un ataque de pánico -

-No te preocupes lo bueno es que ayudaste a detenerlo- 

- bueno es mejor que te pares ya de esa cama, tenemos mucho que hacer-

Me cubrí la cara con mi cobija y el la tomo y la tiro al suelo más rápido que flash.

-enserio, hay que irnos-dijo con una expresión reprobatoria.
Me paré de la cama y me cambie, me puse unos pantalones de mezclilla y una camisa blanca,mi pelo lo acomode como siempre ( casi nunca le hago nada, sólo algo de gel y con mi cepillo lo acomodó ) me puse unos tenis negros y mi collar de la suerte( una piedra que me habían dado mis padres antes de que yo me convirtiera en ángel).
En el cielo no había mucho que hacer solo tenías un trabajo honesto y todos se trataban bien, tú eras tu propio jefe, pero si algo se sale de control te arriesgas a perder tu lugar en el paraíso.
Yo y Dylan trabajamos en un hospital para ángeles, algunos mortales creen que después de la muerte ya no puedes ser lastimado pero se equivocan, también tenemos accidentes, diario llegan muchos pacientes con heridas tanto leves como muy graves, pero todo se puede resolver con los cuidados específicos y correctos; lo que no hemos podido currar es la infección, está te da cuando por accidente un ángel es infectado por un ser demoníaco, esto ocurre pocas veces ya que estos seres solo pueden infectarnos cuando estamos cerca de límites de nuestros dominios, nunca e sabido cómo te infectan pero no quiero averiguarlo, cuando llega a suceder está clase de infección se destierra al individuo a el infierno y se le despoja del derecho de poseer alas, ya no se puede salvar; en fin.