Capitulo 20

180 19 4
                                    

Se quedo callada unos segundos pensando en lo que Mau le había dicho, tampoco era para tomar cosas apuradas, aún no se sentía bien como para volver nuevamente a su casa y hacer como si nada hubiera pasado. Como si Mauricio jamás se hubiera besado con Sofía. Eso lo recordaba cada instante.

-Mau yo...-murmuro -no quiero tomar decisiones apuradas -dijo -además aún tienes doce días para conquistarme, y si no lo logras....-lo miró seriamente -no sé que vaya a pasar entre nosotros.
-Créeme, daré todo de mi para recuperar tu confianza -sonrió.
-A sí lo veo -asintió _________ alejando el plato que ya se había acabado.
-¿Deseas postre? -preguntó Mau.
-No gracias, si como más seguramente reventaré -musito.
-¿Alana como está? -preguntó Mauricio preocupado por su hija.
-Ella está bien Mau, no sabe de los problemas que estamos pasando, solo....ella cree que tienes mucho trabajo -especuló ________ tiñendo su rostro de tristeza.
-Lo que menos quiero es hacerla sufrir a ella ________, Alana es mi vida, tu lo sabes -Mau se acomodó en el asiento para seguir hablando - cometí un error y lo estoy pagando, no quiero alejarme de ti ni de Ala.
-Jamás te alejaría de tu hija Mau - dijo _____ entrecerrando sus ojos al darse cuenta de la tristeza de su esposo.
-¿Y de ti? -preguntó tomando las manos de ____ entre las suyas -¿tu me alejarías de tu lado?.
-Mau, eso solo lo veré estos doce días que te quedan, hasta el momento vas bien, pero no quiero apresurar esto, ¿está bien?.
-Si eso es lo que tu quieres, yo solo lo respetaré - acercó las manos de su esposa a sus labios y les dio un suave beso a cada una de ella, haciendo que reiteras mariposas volaran dentro del estómago de __________, provocando efectos de cosquillas.
Alejó su mano tratando de controlar sus impulsos de besarlo y perdonarlo, pero tenía que ser fuerte, pero más que nada, tenía que tener fuerza de voluntad.

-Creo que ya debo irme -dijo cuando su mente se despejó de todo pensamiento.
-Me encantaría que te quedarás, pero si quieres irte..pues...así será -sonrió -¿quieres que te lleve a casa?.
-No es necesario -respondió -he traído el coche, me voy en el -sonrió agradecida -la cena estuvo deliciosa, muchas gracias Mau.
-De nada, en otra ocasión te invitaré a un restaurante a comer una deliciosa comida -musitó -te mereces todo después de lo que he hecho -su rostro se entristeció.
-Bueno, es hora de irme -se paro de la silla, quería evadir el tema sobre su infidelidad, no era un tema que le agradase. Se extendió la ropa arrugada y tomó su bolso -nos vemos en uno de estos días.
-Mañana -dijo confirmando Mau -iré a ver a Ala, la sacaré a pasear.
-Está bien, se pondrá feliz de verte.
-Eso espero.

Dios, necesitaba besarlo, no soportaba ni un minuto más sin tener sus labios sobre los de él.
Trato de controlarse, pero eso era algo prácticamente imposible en ella. Se acercó rápidamente hacía Mau. Tomó la camisa entre sus manos y lo atrajo a ella. Sus labios se toparon bruscamente, con pasión, deseo...amor. Se necesitaban mutuamente como cualquier pareja que se ama y lucha por su amor. Quizás no sea el amor más impresionante del mundo, pero era el más puro y realista, aunque hubieran errores de por medio, se amaban.

Los labios de Mau habían respondido de inmediato al beso, tomándola de la nuca para darle más intensidad. Necesitaba a su mujer de vuelta.
Separaron sus labios por falta de aire, pero juntaron sus frentes en una escena completamente tierna y romántica.

-_____....-susurró Mau con su respiración alterada.
-No digas nada -pidió ella separándose de el -no debí...yo..me deje llevar -dijo apenada. Abrió su boca para decir algo, pero inmediato la cerró -nos vemos mañana.

Salió lo más rápido que pudo, sus hormonas estaban revolucionándose y no quería volver y perder el control.
Abrió la puerta del coche y se subió, dio un suspiro de alivio al notarse más calmada y encendió el auto. Hoy su hormonas le habían jugado una mala jugada. Una muy y desagradable jugada sucia. 

......

Mauricio

Echó unas gotas de perfume a su traje y se miró al espejo. Hoy quería llevar a Alana a comer, pero también llevaría a ___, sería un día en familia. Sonrió para sus adentros y suspiro.
Bajó las escaleras tomando las llaves que se encontraban en el mueble y salió de la casa rumbo a su auto. Encendió este y aceleró saliendo por las calles.

Cuando estuvo a las afueras del departamento de la madre de _____ casi corrió por las escaleras, necesitaba verla y sentir su calor. Extrañaba tanto a ____ como a su hija.

Tocó el timbre y suspiro nervioso. Miró la hora en su reloj de muñeca y puso su frente en alto. Cuando iba a tocar nuevamente su hermosa esposa y madre de su hija apareció. Estaba hermosa aunque solo estaba vestida con un buzo suelto y una remera musculosa, aún así la encontraba perfecta. Y lo más alentador es que ella era solamente suya, de el y de nadie más.

-Hola -saludó ella con una radiante sonrisa que dejaba mostrar sus hermosos y perfectos dientes blancos.
-Hola cariño -dijo el. Iba a darle un beso en los labios, pero recordó que no se encontraban en un momento muy romántico que digamos y ella aún no lo perdonaba del todo. A si que corrió sus labios hasta las suaves mejillas de ella y depositó un tierno beso -¿como estás?.
-Bien, ¿y tu? -preguntó ella.
-Bien, ¿ya están listas para ir a cenar? -preguntó el, lo cual asombró a _____ por que lo había oído muy bien decir "están listas", ¿la querrá invitar a ella también?.
-Alana ya está lista, solo fue por su pequeño bolso a su dormitorio -dijo ella cerrando la puerta cuando el paso y se sentó en uno de los sofás.
-¿y tu estás lista?.
-¿Yo?.
-Si tu cariño, también estás incluida en esta cena -sonrió - ¿por que no vas a tu cuarto y arreglas un poco, aunque a sí como estás te ves perfecta.

Ella sonrió y lo quedo mirando. Y estaba viendo al mismo hombre por el cual se había enamorado como loca. Si, lo amaba y si fuera por ella, lo perdonaría hoy mismo, pero quería probar la cena y a partir de eso tomaría una decisión, ya no soportaba más estar separada de el, era un martirio. Necesitaba estar a su lado, sentir sus brazos rodear su cintura, sentir sus labios tocar los de ella. Necesitaba enteramente de el. Y cuando despertó de sus pensamientos se dio cuenta que había quedado como una estúpida mirándolo sin decir ni una maldita palabra. Le dio una sonrisa nerviosa a Mau y camino hasta su habitación , de hecho casi corrió hasta ella.

Sacó toda la ropa que estaba en el cajón y la tendió en la cama, no sabía que ponerse. Sus ojos se posaron en el vestido negro que su querido esposo le había regalado cuando fueron a Inglaterra. Esas fueron una de sus mejores vacaciones.
Se dio una ducha rápida y se puso aquel vestido negro ajustado a su cuerpo, dejaba ver sus dotes y su cuerpo lineal. Aunque había tenido un embarazo siempre se preocupó de mantenerse en forma y no engordar mucho. Puso sus tacones negros y peinó un poco su pelo. Cuando ya lo hubo domado maquilló su rostro, dejándolo aún más bello.
Se miró por última vez en el espejo, tomó su bolso y salió.

Vio a Alana hablar con su padre mientras el la tenía sentada en sus piernas. Estaban felizmente hablando y sonriendo. Vio en los ojos de Mau como había extrañado a su hija.

-Ya estoy lista -susurró cohibida por la mirada de Mau.

Mau la miró de los pies ala cabeza y se sintió el hombre más afortunado del mundo, tenía a la mujer más hermosa con el y llevaba el vestido que el le había regalado, el que le asentaba de maravilla. Sonrió por inercia.

-Entonces si estamos listos, ¿nos vamos? -preguntó.
-¡Si, vamos! -dijo Alana emocionada. Hace mucho que no veía a sus padres juntos y comenzaba a extrañarse por eso. Aunque era un niña era muy inteligente y fácilmente podía darse cuenta de lo que estaba pasando.



______________________

Más de lo esperado [Screamau] EN EDICIÓN | PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora