Young Hearts

III

Narra Liana

Desperté temprano, a las 7 a.m exactamente.
No quise despertar a ninguna de las chicas ya que se veían adorables durmiendo.

Me levanté lentamente, me fui al baño de la habitación, me cambié y llamé a papá.

Papá: Liana... al fin... me puedes decir en que hotel se quedaron?... Porque no aparecieron aqui anoche... casi me da un paro, solo con tu mensaje de "estoy bien" y un emoji me quede un poco mas tranquilo.

Liana: Papa es que nos quedamos en el departamento de la hermana de Matt.

Papá: Pues me hubieras avisado.

Liana: Es que se me paso, lo siento.

Papá: estas castigada señorita.

Liana: Awh papá... Vamossss, no puedes hacerme esto.

Papá: si, si puedo, no iras de tour ni serás bailarina de The Fooo.

Liana: papá... No puedes..

Papá: ¿Estas llorando? era solo una bromita hija jajaja.

Liana: no es gracioso.

Papá: si lo es... oye llamame luego, estoy arreglando unas cosas... ah y en la noche quiero que todos vengan al hotel en el que me estoy quedando... Mañana debemos irnos.

Liana: okey nosotros estaremos recorriendo L.A creo... Adios pa, te quiero.

Salí del baño y fui hasta la terraza.
Abrí la puerta y la cerré detras de mi, me senté en una banca que había.
El Hollywood sign se veía hermoso con las primeras luces de la mañana.

Me coloqué los auriculares y puse play a Chocolate de The 1975.

Cierro los ojos al escuchar los primeros acordes es que de verdad  amo esta cancion.

Siento que alguien me cubre los ojos.

-Oscar- digo con una sonrisa.

Estaba más que segura de que era el... Sus manos, es que amo sus manos las maneja de una manera que no puedo explicar... bueno seguro que ya ustedes vieron su manera  de mover sus manos, tal vez para ustedes las mueva normal, pero yo tengo una obsesión con esas manos.

-No- responde este fingiendo voz de chica y rie.

Me descubre los ojos y se para frente a mi, levanto una ceja sonriente de mi victoria.

-Eso no se vale- me dice.

-¿como que no?- rio -Adivine que eras tu, acepta que soy la mejor.

Él rio nervioso -Eres la mejor entonces- y dicho esto se sienta a mi lado.

Niego y me quito los auriculares.

-¿Qué haces despierto-a? decimos ambos al mismo tiempo y nos reimos.

Hago silencio para que él responda.

-Tu primero- me dice.

-Es que no puedo dormir... umm tengo una especie de insomnio- explico.

-No importa lo tarde o temprano que te acuestes o lo cansada que estes... Siempre te despiertas a esta hora mas o menos ¿no?- termina él.

-Si, ¿cómo sabes?- digo confundida.

-Es que me pasa lo mismo- dice levantando los hombros.

-¿QUÉ? Y cuando pensé que no podríamos ser mas...- me detuve al darme cuenta de lo obvia que sonaría si decía eso.