Me volví a sentar atrás de ti, un chico se sentó junto a ti, sentí tantos celos que derrame mi jugo sobre él al pasar por tu asiento.
Te oí soltar una carcajada.
Eso me hizo sonreír.
Intentaste pararlo pero no pudiste.
Valió la pena oírte reír aunque al final recibiera unos cuántos golpes.
ESTÁS LEYENDO
La chica de la ventana.
Teen FictionEres jodidamente hermosa. Historia completamente mía.