Capitulo 3

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[MEGUMI]
¡Oh Dios!, genial no preguntaste donde queda la bendita academia, más torpe no puedes ser Megumi kato, ya cometiste el primer error.
Había millones de personas alrededor, mi vista se centro en una chica que llevaba una canasta de flores, fui a donde estaba.
—Disculpa—le toque el hombro, ella se sobresalto y yo me disculpe por haberla asustado.
—Nn-o te preo-cupes, ¿qué ne-cesitas?—preguntó nerviosa.
¿Sabes donde queda la academia de la cruz verdadera?, por cierto, mucho gusto mi nombres es Megumi Kato - respondí alzando mi mano para saludarla.
- Shiemi Moriyama- saludo y continuo hablando- claro se donde queda, sigueme, ¿vienes a estudiar aquí?—me regalo una cálida sonrisa, aunque en sus ojos veía temor.
—Algo así—rasque mi nuca mientras ponía una sonrisa nerviosa, ¡No digas una estupidez Megumi!
—Oh bueno espero que te agrade, yo estudio ahí por si necesitas algo—suspire agradecida de que no insistiera en en tema.
Arigato.
Shiemi era muy amigable, en el camino me contó que su mamá es la dueña de la tienda de exorcistas, y que tiene un jardín que perteneció a su abuela.
—¡Llegamos!- exclamó Shiemi sacandome de mis pensamientos.
La academia era una imponente estructura, grande y muy lujosa, para nada mi estilo.
Adiós Megumi, espero volver a vernos—Comenzó a alejarse.
—Adiós Shiemi—respondí sin voltear; suspire y entre…camine sin rumbo, cabizbaja y metida en mis pensamientos, de pronto tuve una preocupación, ¿donde me iba a quedar?, pensé en Shiemi, pero apenas la conocía.
—Rayos ¿por que soy tan torpe?- me lamente hablando conmigo misma, cuando choque con un muchacho.
—Gomen—me levante rápidamente y mire, era un chico de lentes, no parecía tener más de 17 años.
—No importa, ¿estas bien?
—Si, gracias.
—¿Eres nueva?, no te había visto antes—me puse nerviosa de nuevo, el problema es que cuando me pongo nerviosa digo estupideces.
¡Megumi no le digas que vienes a espiar!, ¡no le digas que vienes a espiar!, piensa otra cosa, ¡PIENSA OTRA MALDITA COSA!.
—No, de hecho me enviaron a espiar—¡Eres estúpida! dile de una vez que eres un ángel; el chico se quedo perplejo y yo opte por correr.
—¡Alto!—grito, voltee hacia atrás y observe que otro muchacho muy parecido al de lentes también me perseguía.
Excelente, ya cometiste el segundo error …

Fall AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora