3.No puede ser.

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Me levante del banco en donde había pasado la noche y juro no volver a pasarla allí, era una mierda ser un espíritu y sentir la incomodidad de las cosas creo que esta noche tendré que conseguir un lugar en donde quedarme que se mas como que el banco de un parque.

Camine por el pueblo sin saber que mierda hacer, veía como la gente pasaba de aquí para allá con maletines, con su celulares en las orejas, es tan aburrida la vida de las personas. Camine hasta la universidad donde yo asistía hace unos días atrás, camine por los pasillos vacíos y pase por cada salón en donde se supone que tienen que estar mis amigas pero ninguna de ellas se encontraban allí, no deben de despegarse del hospital y eso no me gusta no quiero que pierdan el año por mi culpa. Camine a la salida y allí vi al chico de ayer, dios esto no me puede pasar a mí, seguí caminando y trate de ignorarlo pero su vos me detuvo.

—No puede ser! Ahora estas siguiéndome? —porque un tipo tan lindo tiene que ser tan idiota.

—Créeme antes de seguirte a ti prefiero tirarme de un edificio de 50 pisos—él se rio por mi comentario y me miro.

—No seas tan dura cariño, tendrías que estar muy agradecía conmigo, ya que si yo no pudiera ver no hablarías con nadie y te aburrirías—una chica que cruzaba en ese momento por allí miro al chico con cara de sorprendida, como si él estuviera loco, aunque en el punto de vista de cualquiera lo pensaría que nadie más que le me ve. El chico miro hacia donde mis ojos miraban y vio a la chica don mala cara—que tanto me vez? Acaso te debo o qué? —la chica desvió su mara al suelo y siguió su camino.

—Ey eso fue grosero—le reproche.

—Meghan si hay algo que odio en esta vida es que los idiotas me miren tanto y sin descaro, como si fuera alguien sospechoso o que las mujeres me miren como si dependieran de ello— yo baje la mirada notando que mis mejillas ardían—contigo hice una acepción por el tema de que no estas físicamente aquí y pensaste que no podía verte—hablo apartando la mirada de mí.

—Sí que tienes el ego bien alto—el volvió a poner su mirada en mí, no sé en qué momento comenzamos a caminar y dios sabe dónde diablos nos dirigíamos.

—No diré que soy feo porque eso sería ser hipócrita, al principio me gustaba que las mujeres me miraran pero eso luego se convirtió en una contra, cada vez q

que salía por las noches a los boliches siempre a salida de estos se acercaban varios tipos diciendo que sus novias no paraban de mirarme, obvio yo les decía que eso no era mi problema sí que de ellos, y luego de decir eso siempre me golpeaban una de esas tantas veces termine en el hospital en un muy mal estado y desde entonces cuando una mujer me mira les digo lo que hace rato oíste. Pero tampoco por ser golpeado por obtener las miradas de las chicas eh dejado de acostarme con ellas—el me miro y me dio una sonrisa de boca cerrada.

—Que idiotas, golpearte solo por ser guapo? Eso es tener envidia, puede haber tanta gente idiota en esta vida—el asintió y miro al frente.

—Y dime, como es que terminaste en coma? —mire al frente como él lo hizo y suspire.

—Esa noche estaba cubriendo a una amiga, ella le había dicho a su madre que se quedaría a dormir en mi casa pero en realidad saldría con su novio, ella me convenció y entonces se fue, yo le había dicho que volviera a las 3:30 de la madrugada la quería ver entrando por mi ventana porque no quería meterme en problemas—el me interrumpió.

—Oh una niña buena—rodee los ojos y el rio—lo siento continua.

—Bueno, ya se habían hecho las 5 de la mañana y ella no llegaba y entonces fui a buscarla, la encontré casi cerca del centro caminando junto a su novio, ella se encontraba en la acera de enfrente y cuando me vio comenzó a disculparse, cuando trate de cruzar la calle no escuche que venía un coche y sentí el impacto en mi lado izquierdo, luego de eso no me acuerdo de nada más si no hasta cuando aparecí dentro de la ambulancia viendo mi propio cuerpo— dirigí mi mirada a él y este me miraba sorprendido.

—Vaya historia—asentí con la cabeza—y una pregunta muy importante, ah donde nos dirigimos? —fruncí mi ceño.

—Yo te estoy siguiendo a ti—el me miro incrédulo.

—Ok, entonces sigue haciéndolo—fruncí aún más mi ceño.

—Ah donde me llevas?

—Ya verás.

Caminamos por varios minutos hasta llegar a uno de mis parque favoritos, era el más cercano a la universidad, el me guio hasta casi el final del parque donde nos sentamos en el césped.

—Oye y tu asistes a esa universidad? —me anime a preguntar ya que ninguno hablaba.

—Sí, estoy estudiando ingeniería, por qué lo preguntas? —el me miro

—Cómo es que nunca que ti? —frunció su ceño

—Tu ibas a esa universidad?

—Sí, hace un año que estoy allí, por eso lo pregunto, nunca te eh visto— él se recostó en el césped y puso sus brazos detrás de su cabeza.

—Pues eres la primera que no sabe de mi existencia allí.

Pasamos allí más de la mitad del día, ahora nos estábamos dirigiendo al hospital no sé porque a él se le dio de querer ir a ver como se encontraba mi cuerpo, es raro.

Al llegar le indique cual era mi padre para que se acercara para ver si lo dejaba entrar, no creo que mi padre lo dejara entrar así como si nada.

—Vamos acércate, no te olvides de presentarte y decir que eres un amigo mío, así te dejara entrar— el camino a paso firme y note que mis amigas lo miraban sorprendida, cuando llego junto a mi padre extendió su mano.

—Hola señor Willson, soy Connor el novio de Meghan— creo que mi mandíbula no se calló al suelo porque está sujeta, pero QUE ACABA DE DECIRLE A MI PADRE ESTE PEDAZON DE IDIOTA. Mire las caras de los presentes pero más me llamaron la atención la de mis amigas que estaba igual o peor que yo por la sorpresa.

—Qué? Meghan salía con el guapísimo Connor Lawrens? —susurro Brenda.

—No puede ser, ella nos lo hubiera contado—esta vez hablo Evelyn

—Bueno, bien guardadito que se lo tenía—dijo Nani

—El novio de mi hija? — Connor soltó la mano de mi padre y asintió.

—Sí, lamento no poder habernos conocido en una mejor ocasión, pero es que Meghan no quería que nadie lo supiera, y también lamento no haber podido venir antes—mi padre asintió aun estupefacto, nota mental matar a Connor.

—Como esta ella? Lo último que supe fue que está en coma—mi padre miro hacia la puerta de mi habitación.

—Ella sigue igual, no ah presentado ningún cambio—Connor asintió.

—Puedo pasar a verla? —pregunto apuntando la puerta.

—Si claro, pasa—Connor camino hasta la puerta y yo lo seguí.

Una vez cerró la puerta comencé a reprocharle.

—Estás loco, como le vas a decir a mi padre que eres mi novio, te dije que le dijeras que eras mi amigo no mi novio—el levanto su mano en señal de que haga silencio.

—Sí que estas muy mal, pareces tan tranquila, cosa que en realidad no lo eres—rodee los ojos—es raro verte aquí en esta cama y verte allí parada—dijo sentándose en la silla alado de mi cama.

—Si lo sé, para mí también es raro, imagínate a ti mismo en mi lugar—el me miro.


—Creo que me volvería loco.

Mas allá del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora