Capítulo 3

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Hoy es el último día de clases, del semestre, por las desgracias de la vida.


Llegué al colegio y ahí estaba mis amigos celebrando que el semestre había terminado. Al fin.
Aún estamos planeado como íbamos a celebrar que el semestre terminó.

Hasta que tomamos la decisión de ir a la fiesta que el colegio iba a organizar.

La fiesta era en unos días más, así que pensamos en descansar un poco y luego ver ese tema.

Días después...

Era el día de la fiesta. No sabía como vestirme para la fiesta, si iré con zapatillas y vestido o simplemente jeans, una polera negra y mis zapatillas. Soy muy indecisa, asique llamé a mis amigas y las invité a casa para que me ayudaran a organizar mi vestimenta y la previa que haríamos antes de la fiesta.
Decidí ponerme jeans, ya que era más fácil y cómodo para mí.

Antes de irnos a la fiesta, estábamos en mi casa reunidos haciendo una pequeña previa para la fiesta, cuando estábamos listos para ir a la fiesta estábamos viendo si falta alguien, asique empezamos a nombrarlos uno por uno.

La primera que nombraron fue Francisca (una amiga de infancia, era la callada del grupo con gustos poco comunes) la segunda que nombraron fue Thiare (mi mejor amiga, la chica divertida y alegre del grupo) el tercero que nombraron fue Marcos (un buen amigo del colegio, era el más alegre y simpático), la cuarta que nombraron fue Alejandra (la diva), el quinto que nombraron fue Matías (nuestro brother, el novio de Alejandra, era el típico chico que no podría vivir sin su novia) y la última en ser nombrada fui yo (la típica chica de los grupos, callada, amante del color negro con gustos un poco raros).
Ahí vimos que estábamos todos juntos y listos para ir a la fiesta.

Estabamos llegando a la fiesta, y por supuesto todos mis compañeros de salón y todas las personas del colegio estaban ahí, disfrutando cada momento de la fiesta.
Cuando veo que llega Esteban, me queda mirando y me sonríe.
Mis amigas se dan cuenta de lo sucedido y empiezan a decir:
— Uuuuh Mira como te queda mirando, seguro te encuentra linda, ve y habla con él. 
— No hablen tonteras, mejor vayan a buscar una bebida o algo para beber.—dije nerviosa. Y segundos después, mis amigas fueron a buscar unas bebidas.

Esteban observa que estoy sola y se acerca a mí, que vergüenza. 

—Hola Javiera ¿quieres bailar?— me mueroooo. Que me trague la tierra.

—No, gracias. No estoy acostumbrada a bailar.— soy una mentirosa... ¡me encanta bailar!  Hay que mover el esqueletooooo.
—Entonces hablemos, aprendamos a conocernos. ¿Vamos a buscar algo de beber y charlamos?— hijo de su madre, me cagó.
—Bueno, vamos a beber algo.— dije de mala gana, pero por vergüenza ya que lo encuentro un bombonazoooo.—¿Vamos a bailar?— salió mi leona interior. Me olvidé de mi timidez.
—Claro que si.— dijo incrédulo.


La Vida De Una Chica Cualquiera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora