Bip bip... Bip bip...
Abro los ojos al sonido de la alarma maldiciendo el momento en que decidí ver una película hasta las tantas de la noche. Extiendo el brazo hacia la mesita de noche apagándola y acabando con el dichoso ruido.
Me levanto de la cama y voy directamente a la cocina, ritual que sigo cada mañana. Cojo la cafetera y me sirvo una buena taza de café que, a decir verdad, es el único que consigue sacarme de mi profundo estado zombi al despertar.
Voy hasta la habitación para vestirme. Tras abrir el armario y pasar un tiempo decidiendo qué ponerme, cojo una blusa blanca y un vaquero. Me visto sin hacer mucho ruido, no quiero despertar a mis compañeras, aquellas que entran a clase un par de horas más tarde y me animan a trasnochar.
Por último voy al baño para parecer alguien decente... Me lavo la cara, los dientes y me pinto un poco los ojos. Una de las ventajas que tiene mi pelo liso es que apenas hay que peinarlo para estar bien. Echo un último vistazo al espejo comprobando que está todo en orden y veo a alguien asomar a la puerta.
- No te mires más anda, siempre vas perfecta...
- ¿Tú me has visto bien? - Me río - Buenos días Celia
Vuelvo a mi habitacion y busco mi móvil, la carpeta donde llevo los apuntes y el bolso, y salgo del piso en dirección a la parada de metro. Una vez allí espero apenas 3 minutos hasta que llega. Las puertas se abren y entro, busco un sitio libre y me siento dejando la carpeta en el asiento de al lado.
¿Qué sorpresa guardará hoy el metro?, pienso. Y es que quien tenga que cogerlo habitualmente sabe de lo que hablo. Cualquier día es bueno para encontrar pelos de colores en peinados extravagantes, escuchar la lista de reproducción completa de aquel que lleva los auriculares a toda voz, que el conductor tenga que frenar y se produzca alguna caída... En resumen, es una auténtica aventura.
Alzo la vista echando un vistazo rápido y veo un chico que llama mi atención. Está de pie a un par de metros, en una esquina agarrado a la barra mientras escucha música. Muy guapo, ¿no?, pienso mientras me sale una sonrisa tonta. Trato de disimular mirando el móvil de vez en cuando pero el chico me hace mantener la atención en él. A simple vista lo que más llama la atención son sus ojos verdes, que le hacen un perfecto contraste con el pelo negro y la barba.
"PRÓXIMA ESTACIÓN: UNIVERSIDAD"
Salgo de mis pensamientos de repente y veo las puertas abiertas. Me levanto rápidamente y salgo maldiciéndome justo antes de que se cierren. Es entonces cuando recuerdo mi carpeta, sí, aquella que está en el asiento del tren que se va alejando delante de mis narices.
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¿Suerte, casualidad o destino?
Romance¿Nunca te has parado a pensar en que los mejores momentos son aquellos que no planeamos? Pues en el amor ocurre exactamente igual, llega cuando menos piensas que vas a encontrarlo. La historia que aquí comienza tiene sus protagonistas en dos jóvenes...